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Piratas por doquier


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Aura Lucía Mera
13 de agosto de 2024 - 05:05 a. m.
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Antiguamente los piratas eran una leyenda terrorífica y fascinante. Se decía que tenían un parche en el ojo porque lo habían perdido en alguna batalla, o una pata de palo, o una mano que, en vez de dedos, tenía un garfio. Recuerdo la canción: “Soy pirata y navego en los mares, y no tengo más leyes que Dios”.

¡Leyendas! Cuántas novelas infantiles, relatos históricos. Todavía en Colombia son famosas la cueva del Pirata Morgan y la del Sabio Caldas… (que no era pirata, pero tenía cueva). Peter Pan y sus combates feroces con el capitán Garfio. Piratas famosos: ingleses, portugueses, holandeses, españoles, que fueron indispensables en la formación de países, colonias… victorias y derrotas. Ser pirata era algo serio… para cosas serias. Sir Walter Raleigh llevó el tabaco de América a Europa.

Ahora la piratería se perrateó. Se prostituyó. Y se multiplicó en una gran metástasis podrida de fraudes y estafas, hasta salirse de madre. No hay quimio para esta sinvergüencería.

Clínicas estéticas piratas que matan a sus pacientes o los deforman; centros de rehabilitación de adictos piratas que atentan física y psicológicamente con maltratos y humillaciones; clínicas psiquiátricas piratas que acaban con sus pacientes, convirtiéndolos en robots y creando dependencia mientras se forran los bolsillos; centros de “conversión de género”, donde suceden aberraciones inenarrables; cuchitriles antihigiénicos para practicar abortos clandestinos.

Funcionarios públicos pirateando y sisando plata a lo desgaletado; diplomáticos piratas y corruptos…

La lista es infinita. Además, hay piratería de todos los precios para todas las clases sociales. Conozco centros de recuperación para adicciones, de estrato mil, que cuestan millones, sin profesionales ni equipo terapéutico preparado. Ofrecen saunas y yoga. Centros de meditación cuántica, donde los incautos que caen en sus garras se ven privados de la luz del sol durante una semana, vendados, en silencio, guiados por voces y músicas extrañas. Varios se han suicidado al salir.

Es aberrante la piratería. Existe en todo: ropa, alimentación, educación, deporte. Sin autoridades competentes, que o no existen o están escondidas para no hurgar y meter el dedo en estos temas. Se llevarían sorpresas dolorosas que quedan siempre en la impunidad. A lo sumo, copan titulares de algún medio por un día y pare de contar.

Cada vez más, y lo digo con profunda tristeza, nos estamos convirtiendo en piratas o alcahuetes… mentirosos, vendidos, sin ética ni valores, frívolos, robots de nosotros mismos, sin importarnos un pepino nada de nada.

¿Jamás tocaremos fondo? ¿Cuándo volveremos a recobrar la brújula? ¿Se nos evaporaron las metas? ¿Se nos anestesió la conciencia? ¿Qué pasó con la ética, la honestidad y las convicciones?

Piratear es el verbo de moda. Y el que piratea mejor es el más admirado. Se acerca Halloween… Los invito a comprarnos todos un parche para el ojo, así no veremos más que la mitad de lo que sucede y tendremos menos remordimientos… si es que todavía existe este sentimiento. ¡Qué dolor!

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Edgar(40706)14 de agosto de 2024 - 05:31 p. m.
Lo comparto totalmente.
María(6115)14 de agosto de 2024 - 01:36 p. m.
Mi padre decía “ para lo que hay que ver, es suficiente un ojo”. Cuánta razón tiene en su columna de hoy. Pero no debemos perder la fe en que todavía queda gente buena, que es honesta y medicos y otros profesionales decentes y clínicas honorables. Y hasta congresistas que no les han arrebatado la conciencia. Con ese puñado de personas e instituciones, nos aferramos a creer en la humanidad.
Luis(22669)14 de agosto de 2024 - 07:36 a. m.
Siempre históricamente país de piratas, de malhechores, de gente que como dijo Garzón solo piensa en la individualidad, me salvo y los demás que se jodan. No es nuevo nunca hemos podido pensar como país. Nos falta todo para ser una sociedad con algún futuro.
Alvaro(66505)14 de agosto de 2024 - 02:59 a. m.
De moda? No. Hace rato el país se prostituyó, se lo tomó NO la piratería, sino una clase gobernante (hablo de todas las fuerzas vivas) pícara, desleal, traquetizada, (existe ese término?) con afán de lucro desmedido, sin etica, sin moral y cuando el gobernado lo ve, pierde el respeto por esa clase y se dedica a hacer lo mismo, solo que se ve con más intensidad al ser más. Tampoco se ve el relevo generacional, cambiando esas costumbres, sino quieren perpetuarse en ellas hasta con la moza.
Luis(14946)14 de agosto de 2024 - 01:35 a. m.
Mala definición. Estafa es el término adecuado . Y la principal son las ideas religiosas . esa sarta de estupideces son ña causa de gran parte de la miseria humana
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