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¿Por qué no te callas?

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Aura Lucía Mera
07 de diciembre de 2010 - 02:57 a. m.
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ASÍ COMO EL REY JUAN CARLOS LE espetó con energía a Chávez en una ocasión, así creo que muchos miles y miles de colombianos le suplicamos al ex presidente Uribe: “¿Por qué no te quedas quieto?”.

Es casi patética su botadera de adrenalina, sus twitts, sus conferencias contra viento y marea, su movimiento incesante como si no supiera qué hacer con él mismo y no pudiera bajarse del pedestal que él mismo se inventó y comportarse como un ciudadano del montón, o sea, como lo que es. Los mismísimos ex presidentes de EE.UU., que se supone fueron en su momento los más poderosos del planeta, se quedan en sus casas quietos, no vuelven a hablar, no mandan correos, no hurgan, no conspiran. Pero ese no es su caso.

Leo con terror que el cavernícola presidente actual del antiguo “glorioso” Partido Conservador propone o está dispuesto a apoyar la candidatura de Uribe a la Alcaldía de Bogotá. Por favor. Es incongruente, nocivo, malsano, siquiera pensar en esa posibilidad. Sería ponerle al actual presidente Juan Manuel Santos, quien ha demostrado su total independencia con el pasado gobierno y mostrado que sus metas son diferentes, encaminadas a la inversión social, a la honestidad, a desbaratar todos los escándalos heredados, ponerle, repito, un palo en la rueda. No es posible que el antiguo cuasi caudillo aspire o suspire por obtener el segundo puesto más importante del país, como es la Alcaldía de la capital.

Primero que todo, y en la práctica, se volvería como un mano a mano. Uribe mostrando su importancia y su arrogancia y el actual presidente manejando el barco con el timón partido. Creo honestamente que los colombianos nos merecemos respeto. Que el ex presidente se corte la coleta del todo, como hacen los toreros cuando se retiran con dignidad y nos deje tranquilos, con esta nueva administración, que lejos de ser caudillista, desea enderezar muchas trochas que le hicieron mucho daño al país.

Primero que todo que se investigue hasta el fondo el escándalo de las chuzadas. Están cayendo los subalternos, los mozos de espada mientras los más comprometidos se están fugando. Y el jefe máximo haciéndose el que nunca vio, ni oyó, ni habló. Nadie se cree semejante cuento. Nadie se deja meter en este asunto el dedo en la boca, así quede todo en el absoluto misterio y absolución. Que se responda de verdad por los demás escándalos, léase yidispolítica, Agro Ingreso Seguro, falsos positivos, etc., y no que el presidente de la época en que estos bochornos sacudieron al país siga en su caballito de madera trotando por el mundo como si nada hubiera pasado y además pretenda, aspire, piense en convertirse, con el apoyo o consentimiento de la caverna conservadora actual, en el futuro alcalde de Bogotá.

Personalmente le recomendaría que acudiera a un profesional para que le ayudara a aterrizar en la realidad y dejara en paz al actual presidente, a su cuadrilla y a todos los habitantes que ya lo tuvimos ocho años, sin derecho a decir ni pío, y si piábamos eramos tildados de opositores terroristas, comunistoides y otros epítetos parecidos.

¿Por qué no te callas? ¿Por qué no te quedas quieto?  Una frase sabia: “Viva y deje vivir”.

P.D. Felicitaciones a Vivianne Morales. Una mujer valiente, que ha sabido mostrar la cara ante todo tipo de problemas, que no se deja engañar con canto de sirenas y que estoy segura hará un excelente desempeño como Fiscal General de la Nación. Habemus Fiscal. Ya era hora. Y no propiamente Fiscal de bolsillo y amañe. Buen viento y buena mar.

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