— “Los colombianos hoy pueden sentirse orgullosos por pertenecer a un país donde se construye la paz...Miles de hombres, mujeres y niños están hoy vivos gracias a que el conflicto terminó....Ellos son la verdadera razón de nuestro esfuerzo por la paz..La paz y una búsqueda de una mayor equidad...Creo en la consolidación de la paz, la reconciliación. Dejar atrás los odios y buscar más justicia social”.
“Al nuevo Capitán, quienquiera que sea, todos los colombianos debemos desearle buen viento y buena mar...Personalmente prefiero el dictamen de la historia y no el de las encuestas...”.
Estas son las palabras del presidente Juan Manuel Santos, que quiero traer a colación a cinco días de las elecciones. Me parece que merecen una reflexión seria y sin sesgos.
Personalmente, le quiero dar las gracias al presidente Santos. Se la jugó toda por acabar con el conflicto armado y lo logró. Cualquier país normal hubiera celebrado apoteósicamente este suceso: detener una sangría de más de medio siglo. Pero como somos un país engendrado por Drácula en una noche de luna, donde los lobos y los murciélagos salen a chuparse lo que sea, pues aquí en Macondo se convirtió en un despelote.
Le doy las gracias no solamente por haber puesto fin al conflicto armado con las Farc, sino por haber trabajado sin pausa para lograr una mayor equidad social. Por haber logrado acabar, penalizando la discriminación por razones de raza, religión, identidad sexual, nacionalidad o discapacidad. Por la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras. Por haber logrado una drástica disminución del analfabetismo en este país. Por haber construido 1,7 millones de viviendas. Por la creación de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, de las cuales 1.444 tienen redes de conectividad por internet, por formar blibliotecarios con la Fundación Bill y Melinda Gates. Por el impulso y apoyo a la producción cinematográfica nacional, reconocida internacionalmente.
Por haber apoyado la liquidación de varias EPS corruptas y enfrentarse a la avaricia rapaz de los laboratorios farmacéuticos. Por la masiva adecuación de escuelas y centros educativos en los parajes más olvidados y vulnerables.
Por la creación de la JEP para juzgar victimarios de todas las especies, sean militares, guerrilleros, civiles, paramilitares o empresarios. Por haber creado la Comisión de la Verdad... Por tantos logros intangibles que han hecho de Colombia un país mucho más atractivo para la inversión extranjera, para el turismo, para los microempresarios, para los artesanos...La lista sería interminable.
Ya el sol le cae en la espalda y se nota la gigantesca desbandada de los que lo alabaron y ejercieron de áulicos... Esos ya están mirando dónde ponen sus garras para seguir bailando al son que sea.
Estoy de acuerdo con sus palabras. Estos ocho años de gobierno los juzgará la historia. Pero Juan Manuel Santos podrá seguir su camino con la frente en alto. Cesó la guerra. Se abrieron nuevos horizontes. Ya depende de su sucesor si nos bañamos de nuevo en sangre inocente o caemos en el populismo más barato y peligroso de la historia.
P.D.: Después de mucho pensar y reflexionar, ya decidí que mi voto será por Germán Vargas Lleras. Un ejecutor. ¡Un estadista para estos tiempos de transición!
