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¿Quién está detrás?

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Aura Lucía Mera
03 de octubre de 2023 - 02:05 a. m.
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O, mejor dicho, ¿quién dio la orden? Esta es una pregunta que se ha planteado en este país desde hace muchos años, creo que desde la época de la Colonia, y nunca se ha obtenido una respuesta, excepto en contados casos.

¿Quién dio la orden de matar a Gaitán? ¿A Luis Carlos Galán? ¿A Álvaro Gómez? ¿Quién ordenó la masacre de miles de ciudadanos inocentes con los falsos positivos? ¿Quién ordenó incendiar todos los cerros de Cali? ¿Quién ordenó los atentados en Jamundí? Estos son solo algunos casos que, tristemente, quedarán sin respuesta porque hasta ahora en Colombia nadie ha tenido el valor de revelar estas verdades. Ya sea por miedo, por complicidad, por perder votos o por comprar a jueces y fiscales… Elijan la respuesta que quieran. Da igual.

Es inaceptable el atropello a la revista Semana. Son inaceptables las palabras de la ministra Ramírez. Son inaceptables los comentarios de algunos intelectuales (ellos se creen) que justifican o atenúan la agresión a este medio de comunicación. Los agresores NO representan a la mayoría de la población indígena de nuestro territorio. Tampoco creo que sean suscriptores de Semana. ¿Quién los empujó para que cometieran semejante acto de vandalismo? ¿Quién los llevó hasta el edificio y los impulsó a romper vidrios a pedradas, a encaramarse en los controles de seguridad? ¿A pronunciar esas palabras llenas de resentimiento?

La marcha organizada por el presidente, pagada o no, fue pacífica y el derecho a marchar es sagrado. Nadie entiende por qué después una minoría se fue como loca a Semana. La revista es un medio controvertido con muchos enemigos. El que no quiera que no la lea. Lo mismo sucede con Cambio, que pretende ser todo lo contrario y a veces ni es chicha ni limonada. El que no quiera que no la lea. Y así sucede con El Tiempo, que no toca ni por asomo el escándalo de Odebrecht; El Heraldo, que no menciona a los Char; El Colombiano de Medellín o El Pilón de Valledupar.

Lo mismo sucede con los noticieros. Todos sabemos que está ya decidido de antemano lo que pueden o no pueden decir. Los guiones están repartidos. Para mí, el medio más objetivo es El Espectador, aunque muchos conocidos míos lo tilden de “comunista” o crean que estoy lamiendo suelas porque escribo una columna semanal sobre el tema que me da la gana.

La libertad de expresión no es negociable. Solo los regímenes populistas de izquierda o derecha les temen a los medios de comunicación y los agreden. Colombia es un régimen democrático y cada revista, noticiero, periódico, hoja volante puede decir lo que quiera. Nadie está obligado ni a leerlos, ni a escucharlos, ni a compartir sus ideas.

A propósito, me llegan unas palabras de Antonio Gala como anillo al dedo: “Tenemos que salir de esta especie de laberinto que nos está encerrando y llevando a una vida que no es nuestra. Que es una organización que necesita esclavos para seguir manteniendo esa misma organización. Que necesita esclavos para seguirla manteniendo y así hasta el final. Salirse de ese laberinto. Salirse de esa cadena terrible. Desencadenarse. Aun a riesgo de la soledad. A riesgo de la falta de comprensión. Irse un poco al campo, en el mejor de los sentidos. Salirse de esa extraña y monótona esclavitud de cada día. Dejar que cada día tenga su propio afán, su propia sonrisa, su propio color, su propio aroma. Esa es la inteligencia. Porque una inteligencia que no nos ayude a vivir YO no la quiero. No sirve para nada”.

No tenemos por qué ser esclavos ni fanáticos de ninguna ideología, religión, partido político. Tenemos la libertad de no ser esclavos de ningún régimen. Podemos debatir sin agredir, dialogar sin asesinar, contradecir sin ser lapidados. Dejemos esa espiral de odio y violencia, de racismo y calificativos peyorativos, de creer que cada uno tiene la verdad revelada y lo que piense el otro no es válido y puede ser asesinado. Recuerdo cuando Gonzalo Arango escribió en El Tiempo que a Armstrong al pisar la Luna se le salió “un pedo” y lo echaron. Él escribió en otro medio: “Si esta sanción fue por un pedito… ¿qué hubiera sucedido por una idea?”.

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Edgard(u2qq3)05 de octubre de 2023 - 12:33 a. m.
Excelente Columna gracias.
Andres(11973)04 de octubre de 2023 - 01:16 p. m.
Bonita columna pero tampoco resuelve el nudo Gordiano de la polarización politica, economica y social. Los Indios ante los ojos de los terratenientes son malos y peligrosos, ante los ojos de campesinos sin tierra, son vagos y perezosos y ante los ojos de los mamertos una gran oportunidad de hacer dinero, utilizandolos
Carlos(2048)04 de octubre de 2023 - 03:01 a. m.
Estoy completamente de acuerdo que esa no es la forma de protestar. Señora periodista debe tener muy claro que no debemos de ser esclavos de la desinformación que es la forma más rastrera de informar, perdón, de desinformar como lo hace cotidianamente Semana. Por favor, esta en el deber de revelar esta verdad de apuño
Fredy(2758)04 de octubre de 2023 - 02:23 a. m.
Álvaro Uribe Vélez dio la orden de asesinar a, por lo menos, 6.402 inocentes colombianos, denominados "Falsos Positivos". Uribe a la Corte Penal Internacional de la Haya por crímenes de lesa humanidad, ya!
Hector(31467)04 de octubre de 2023 - 01:26 a. m.
Mi libertad termina donde empiezan los derechos de los demás. Se dice sabiamente; y Semana lo practica?.
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