ME IMAGINO TODA COLOMBIA CONvertida en un gigantesco hospital...
ejecutivos, adolescentes, amas de casa, vendedores informales, estudiantes universitarios, sardinos en edad de merecer, hijos de papi y gamberros, periodistas, poetas, filósofos, historiadores, políticos y politicastros tendidos en camas, remitidos por un “Tribunal de Castigo Terapéutico”, sometidos a jueces-terapistas sacados como el conejo del sombrero, sicólogos improvisados y enfermeras tratándolos como enfermos-delincuentes. Sería la paralización del país. A lo mejor nos convendría. Nadie puede salir de las asépticas —se supone— salas de reclusión terapéutica. A las buenas o a las malas, el que se fume un cacho, se meta una línea con un billete doblado o una tarjeta de crédito, se fume un basuco, será llevado directamente al “Juez Terapéutico” quien decidirá en qué lugar lo encana durante algunos meses.
Lo que no sé muy bien, no me quedó claro en esa vergonzosa ponencia del Ministro del Interior, es de dónde van a sacar tanto guardián para echarle mano terapéutica a todos los consumidores. ¿Quiénes serán los encargados de escarbar a las adolescentes que se empapan el tampax con vodka y cocaína para introducírselo en su intimidad? ¿Quiénes le meterán el dedo a los jóvenes que hacen lo mismo pero por el otro orificio? ¿Quedarán sueltos solamente los borrachos? ¿Y los que se tragan el extasis? ¿Y qué pasa con las drogas sintéticas? ¿Y el bóxer? ¿Quién va a pagar a jueces, terapistas, las sábanas de las camas, la comida, las drogas sustitutas, el mantenimiento de todas las casas... en toda Colombia convertidas en institutos obligatorios de recuperación... ¿Qué pasa si después de los meses de confinamiento el periodista, poeta, ejecutivo, político, empresario, ama de casa, estudiante, sardino, etc. sale directamente a meterse una línea con su billete doblado? ¿Y los soldaditos y policías que también se “colocan” de vez en cuando? ¿Se acabaría el Plan Colombia? ¿Pondrá el alto gobierno un guardián en cada baño de restaurante, club social, comedero, teatros, sala de cine, auditorio? Y si al que pillan pertenece a la rosca gubernamental, ¿qué pasa?
¿Somos nosotros los adictos los enfermos, o ciertos funcionarios del altísimo y puro gobierno los que están mal de la cabeza? Me inclino a pensar en lo último, porque hay que ser demente o estar totalmente enajenado para radicar en el Congreso semejante vulgaridad que atenta contra todo, pero principalmente contra la sensatez y el buen juicio. Lo peor del caso, y no me extrañaría, es que este aborto provocado pase a ley de la República, porque estamos en vísperas de reelecciones y nadie se quiere quedar fuera del pastel. Qué oso en Viena con este Ministro que viajó expresamente a exponer su tesis. Qué vergüenza ajena. Qué vergüenza pertenecer en estos momentos a un país que intenta gobernar bajo semejantes normas.
Dos y dos son cuatro. El Polo Democrático logró aprobar el libre consumo de dosis personal. El Opus gobernante en su reelección quiere satanizar al Polo encanando terapéuticamente a todos los que se atrevan a consumir. Ergo: El Polo es malo. El Opus-gobierno es bueno. Amén. Lo único que siento en el alma es que llevo muchos años sin consumir. Sería el momento oportuno para transgredir e ingresar en ese enorme hospital. Un buen sabático de algunos meses. Ite misa est.