El Foro Económico Mundial de 2023 ocurre en medio de preocupaciones sobre una posible recesión provocada por la guerra de Ucrania, las crisis energética y de escasez de alimentos, sumadas a nuevas olas de COVID en distintas regiones del globo. ¡Un panorama nada alentador, hasta para los dueños del mundo!
En esta cumbre, el eslogan “Cooperación en un mundo fragmentado” ratifica la necesidad de que la comunidad internacional, desde las más distintas perspectivas, se siente en la misma mesa para repensar el mundo, y se espera que los líderes no vuelvan rehenes de sus propias crisis o guerras, algunas reales y, un sinnúmero de ellas, fríamente inducidas por intereses lejanos a la mayor parte de la humanidad.
Los Alpes Suizos albergarán por cinco días a jefes de Estado y de gobierno, empresarios, representantes de organismos multilaterales y de la sociedad civil.
Davos es una de las estaciones de esquí más reconocidas del mundo y un retrato fiel de Suiza, país cuya población no sobrepasa los 8, 5 millones de personas, con una superficie de 42 mil kilómetros cuadrados, con el salario medio más alto del mundo, se ubica en el puesto número 36 del ranking “doing business”, indicando facilidad para hacer negocios y además se encuentra entre los países con menor índice de corrupción en el mundo.
En esta semana, Davos estará recibiendo líderes de distintas partes del globo con innumerables interrogantes acerca de un mundo que parece no encontrarse a sí mismo y tampoco tener respuestas sobre sus desafíos más urgentes.
A lo largo de los años, Davos parece ser una vitrina sofisticada, en donde los dueños del mundo visualizan los grandes retos que afligen a la humanidad con la distancia de los que por su poder y riqueza parecen estar arriba del bien y del mal.
Con seguridad, en el Foro de Davos participarán líderes de suma importancia. Ojalá salgan de ahí, no solo con contactos y debates inagotables. ¡Que Suiza siga siendo Suiza!, ¡Que Davos sea Davos!, pero que el mundo no siga como está, que la brecha entre un porcentaje mínimo de personas que definen el destino del planeta a su antojo y el resto de la humanidad se disminuya.
En esta ocasión, Brasil será representado por la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, y el ministro de Hacienda Fernando Hadadd.
Después de una larga temporada, Brasil deja al margen el negacionismo del presidente Bolsonaro, el presidente que entrará a la historia por no creer en la ciencia, en la cultura y tampoco en la crisis climática y en la diplomacia. Él que permitió sin pena ni gloria la deforestación de la selva Amazónica y de los demás biomas, pero él que nunca defraudó a sus aliados políticos más importantes, un hombre de palabra que afrontó contra la Constitución y las instituciones nacionales, poniendo una nación en vilo.
En un discurso elocuente, Marina Silva afirmó que “la defensa del medio ambiente debe estar alineada con la lucha contra las desigualdades”, lo que indica que, a partir de ahora, Brasil tratará este tema desde una perspectiva transversal. Esto exigirá interlocución con distintos actores gubernamentales y representantes de la sociedad civil.
Ella recordó que “el mundo es desigual”. “En mi país, hay 120 millones de personas que tienen hambre. Nosotros habíamos salido del mapa del hambre y ahora tenemos 33 millones de personas que están viviendo con menos de un dólar al día”. “La sustentabilidad no es solo económica, no es solo ambiental, sino también social y política”.
El discurso de Marina recordó el inicio de su activismo ambiental y a Chico Mendes, un sencillo cauchero de la amazonia brasileña, él que una vez dijo: “En el comienzo pensaba que estaba luchando para salvar los árboles de caucho, después pensé que estaba luchando por la selva amazónica, ahora percibo que estoy luchando por la humanidad”. Chico Mendes fue asesinado en 1988 por defender la Amazonia e intentar dar voz a los pueblos de la Selva.
Como una señal de esperanza, 10.000 jóvenes, (“Global Shapers”), de más de 150 países que, sueñan con el cambio, acudirán al foro. Ojalá sean inspirados por los líderes éticos y comprometidos que los antecedieron en la lucha por las grandes causas del mundo.
¡Ojalá Davos haga una apuesta por la humanidad!
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.