El Presidente Trump y la OMS

En una semana en que Estados Unidos supera a los 700 mil contagiados por el coronavirus, 40.585 decesos, y un viernes negro, el cual registró 4,500 muertos en 24 horas, el presidente Trump ha anunciado que suspendería los fondos destinados a la Organización Mundial de Salud, “mientras revisa su conducta para determinar el Rol de la OMS y su grave mal manejo y encubrimiento de la expansión del coronavirus". Trump afirma que OMS no advirtió oportunamente sobre el Coronavirus y culpó a la OMS de centrarse en China y administrar muy mal la emergencia sanitaria.

La OMS fue fundada en 1948 y su presupuesto proviene de “cuotas asignadas” por los 194 Estados que la conforman, además de contribuciones voluntarias. El valor de las cuotas es de acuerdo con el nivel de desarrollo de cada país y población. Su presupuesto anual es de aproximadamente 2.400 millones de dólares por año.  En los últimos años la contribución de los Estados corresponde solamente a 20% de sus ingresos y se ha vuelto cada vez  más dependiente de las contribuciones voluntarias. Aunque China haya incrementado sus  aportes a la OMS en los últimos años, Estados Unidos sigue siendo su principal donante. Entre 2018 y 2019, su contribución fue de aproximadamente de 893 millones de dólares.

Tan pronto se divulgó el comunicado del presidente Donald Trump, el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres declaró “que no era el momento de reducir el financiamiento de las operaciones de la Organización Mundial de la Salud o de cualquier otra institución humanitaria que combate el virus. Mi convicción es que la Organización Mundial de la Salud debe ser apoyada porque es absolutamente esencial en los esfuerzos del mundo para ganar la guerra contra el COVID-19”.

¿Hasta qué punto estas afirmaciones del mandatario norteamericano son ciertas? Se especula que profesionales de salud y analistas han mencionado  la relación especial de la OMS con China.

¿Tendrá fundamento o es uno de los tantos distractores que la Casa Blanca ha utilizado para minimizar la mala gobernanza en su contexto doméstico?  O simplemente  intenta culpar a otros de su propia ineficacia en el manejo de la crisis provocado por el COVID-19.

Hay que recordar que en diciembre de 2019, China informó a la Organización Mundial de Salud que tenía pacientes con síntomas de neumonía y a principios de enero el gobierno chino comunicó a la OMS y la comunidad internacional que los científicos chinos habían descubierto un tipo de coronavirus, la secuencia y el genoma.

Mientras las alarmas se disparaban por el mundo, la Casa Blanca y los principales asesores del Presidente Donald Trump hicieron caso omiso de la posibilidad de una nueva pandemia. Además si se analiza el presupuesto nacional se nota el recorte gradual de fondos al Centro para el   Control de Enfermedades e instituciones vinculadas al área de  la salud.  La prioridad del Presidente Trump  siguió siendo su campaña electoral y la utilización de la guerra comercial con China, tema relevante  tanto para republicanos como demócratas.

La reacción inmediata del Presidente Trump fue suspender viajes de sus ciudadanos a China, pero jamás dimensionó la tragedia que asolaría su país y lo que sería necesario para afrontarla. Parece ser que el sentimiento de dueño del mundo también le daba la seguridad de que estarían inmunes al COVID-19. En tres meses, desde su aparición, el COVID-19 ha dejado claro la ineficiencia del sistema de salud de Estados Unidos, que, como en otras partes del mundo, la desigualdad social avanza y la evidente la ausencia de protección adecuada a los profesionales de la salud. El número de contagiados y de decesos han superado ampliamente a China y a algunos países de Europa, como Italia y España.

Aunada al drama del coronavirus, la reelección del Presidente Donald Trump sería, sin sombra de dudas, para los estadounidenses y para el mundo pos Covid 19 una variable muy compleja.  Podría hasta ganarlas, pero el riesgo de seguir aislando a su país de los más importantes organismos multilaterales o Foros como OMC, Unesco, Acuerdo de París contra cambio climático y ahora OMS cambiaría el panorama de las relaciones internacionales. Ojalá  la supensión de los fondos a la OMS sea solamente una de sus declaraciones intempestivas, que luego serán retificadas.