Al mirar el boletín de la ONU del fin de semana, me encontré con una experiencia empresarial, social y humanitaria maravillosa: “Manifiesta hecha en Colombia y su paz-arela”, una iniciativa que nace y se consolida a partir del Acuerdo de Paz en 2016.
“Manifiesta hecho en Colombia” surge en la cooperativa Tejiendo Paz, localizada en el municipio de Icononzo, ubicado en el oriente del departamento del Tolima. Hace parte de la subregión del Sumapaz, junto con los municipios de Melgar, Carmen de Apicalá, Villarrica y Cunday.
“Manifiesta” es parte de la experiencia colombiana del surgimiento de un nuevo ente territorial pos Acuerdo de Paz: Espacio de Capacitación y Reincorporación, Laboratorios experimentales e incubadoras de proyectos productivos con el objetivo de crear un tejido social y una esperanza para los reinsertados, después de un conflicto interno de más de 60 años.
Es uno de los más de 3.000 proyectos desarrollados por excombatientes de las Farc y la sociedad civil. Así como otros programas vinculados al área textil, “Manifiesta” considera la moda un tema político y hace una apuesta no solamente a la reinserción, sino también a la reconciliación.
En una entrevista a la radio Nacional, Ángela María Herrera Puyana, coordinadora del Proyecto, relató que también han trabajado con esposas de soldados que fallecieron debido a los enfrentamientos con las Farc. Por donde se mire, en el dedal y en las puntadas de cada prenda, “Manifiesta” teje la paz de Colombia y lleva este mensaje a otras partes del mundo como un símbolo de resiliencia e inclusión.
“Manifiesta” salió de las pasarelas cerradas y exclusivas y llevó sus prendas y su mensaje hasta la plaza pública. En 2019 dio a conocer su primera paz-arela, y, posteriormente, con apoyo de la ONU, llegó a Colombiamoda, el evento de moda más importante del país.
Inclusiva, vanguardista y disruptiva, marcada por historias dolorosas, no solo cree que la paz es posible, sino también regala paz. Detrás de cada prenda, hay alguien que intenta salir de los escombros de la guerra. En sus bolsas de regalo, una frase resume muy bien todo eso: “Esta prenda, no es una prenda cualquiera, es un acto de paz”.
En sus camisetas, pañoletas y pantalones, de cuando en cuando aparecen mensajes tales como:
- “A la guerra no le camino”
- “La moda es un tema político”
- “Esta no es una prenda cualquiera: es un acto de paz”
- “Hoy es un día perfecto para acabar con el patriarcado”
- “Siempre fashion y nunca facho”.
Sin embargo, más allá de su trasfondo y valentía, “Manifiesta” ha ocupado espacios vacíos dejados por el Estado y por el sector empresarial tradicional tan pronto se firmó el acuerdo de paz y el no del plebiscito se abatió sobre Colombia. Esta iniciativa humanizada no solo pretende mejorar el ingreso de sus colaboradores, sino devolverles la dignidad, pero ahora, al margen del conflicto y sin armas.
* Profesora Universidad Externado de Colombia.
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