En un México cansado de tanto atropello e irrespeto por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de la relativa apatía del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto para defender los intereses del país y de los mexicanos, aproximadamente 77 organizaciones civiles, culturales, empresariales e universitarias se unieron para convocar la marcha ciudadana, denominada por los organizadores Vibra México. Su propósito: “Defender los derechos de todos y todas, exigir el buen gobierno y celebrar el orgullo de ser mexicanos”.
Algunos de sus organizadores han reiterado su sello no partidista y pacifista y han destacado en uno de los fragmentos de la convocatoria que “es momento de que sumemos esfuerzos y unamos voces para manifestar nuestro rechazo e indignación, y a la vez contribuir a la búsqueda de soluciones concretas”.
Entre las entidades participantes se destacan la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), la institución que probablemente más representa la pluralidad geográfica, cultural, racial y social de México, y el Politécnico Nacional. En Ciudad de México, la marcha salió del Auditorio Nacional y finalizó en un lugar emblemático del país: el Ángel de la Independencia, en el Paseo de la Reforma. Se calcula que 20.000 personas participaron.
Además de lo ocurrido en Ciudad de México, 17 estados de la república mexicana también alzaron su voz en contra de Trump y de su embate “contra un mundo plural, diverso, incluyente y cooperativo, contra los derechos humanos, el derecho internacional, la soberanía de las naciones y la seguridad global”.
No obstante, muchos analistas se preguntan por qué México demoró tanto en levantarse en contra del discurso xenofóbico y proteccionista de Trump. En la primera marcha realizada en varias partes del mundo en contra del presidente se estima que solamente participaron 600 mexicanos. Quizás, como pasa en tantos países de estas latitudes, los mexicanos estén muy preocupados con su contexto doméstico para mirar variables de política exterior. No obstante, las actitudes de discriminación de Donald Trump atentan contra los derechos de todos los mexicanos: “Los de aquí y de allá” y, sin sombra de dudas, de todos latinoamericanos, lo que hace que en este momento todos seamos México.
* Profesora U. Externado.
