Publicidad

Vietnam: la guerra química que continúa

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Beatriz Miranda
04 de mayo de 2015 - 01:53 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

El 30 de abril de 1975 el pueblo vietnamita celebró su victoria sobre las tropas estadounidenses, la caída de Saigón, último reducto controlado por Estados Unidos.

No obstante, las consecuencias de esa guerra química aún se hacen sentir. Durante 10 años fueron esparcidos 80 millones de litros de herbicidas y defoliantes sobre Vietnam del Sur. Actualmente, se calcula que 4 millones de personas fueron contaminadas. Sin embargo, el método prosigue. Estados Unidos, la OTAN e Israel siguen utilizando esas armas de fósforo, de dioxina y de uranio empobrecido en sus objetivos estratégicos.

En una guerra en la que se estima que cerca de 3 millones de personas murieron, tres generaciones de vietnamitas y veteranos de guerra han sufrido las consecuencias del agente naranja, herbicida con fuerte componente de dioxina, que la OMS ha reconocido como cancerígeno.

En Vietnam, el síndrome de Down, la parálisis cerebral, las enfermedades mentales, la ausencia de miembros y las deformaciones faciales aún son constantes. El doctor Nguyen Thi Ngoc Phuong, del hospital Tu Du en Ho Chi Minh City (Saigón), vio “muchos niños nacidos sin brazos o piernas, sin cabeza o cara y sin cámara cerebral. Según la Organización Mundial de la Salud, sólo 1,4 partes por trillón (PPT, en sus siglas en inglés) de dioxina en la leche materna puede causar graves deformidades en los fetos e incluso la muerte. Pero en la leche materna de Vietnam se encontraron hasta 1.450 PPT”. A pesar de ello, el TCDD, la dioxina, el fósforo, el uranio empobrecido y el glifosato fueron utilizados en Serbia, Afganistán, Irak, Gaza, Colombia y en varias partes del mundo para el proceso de implantación de la agricultura transgénica.

El 30 de noviembre de 1961 el presidente Kennedy autorizó operaciones aéreas que tenían como objetivo destruir la selva vietnamita. A principios de 1962 se inició la operación Ranch Hand. De esa forma Estados Unidos iniciaba la más grande guerra química del mundo. Según los expertos, los helicópteros estadounidenses lanzaban esos productos sobre el territorio vietnamita de una forma impresionante: “14 kilómetros en cinco minutos. Fueron fumigados 1.400 millones de hectáreas de tierra y de bosques, aproximadamente el 12% de la superficie de Vietnam”.

El agente naranja destruyó gran parte del ecosistema vietnamita, de sus bosques, sus ríos, su presente y su futuro. Cuarenta años después Vietnam sigue en proceso de recuperación. Es probable que esa guerra química sin precedentes siga impune, a pesar de que los crímenes de lesa humanidad no prescriben. Esta experiencia no se debe repetir en ningún lugar del mundo.

En buena hora Colombia empieza a hablar de la suspensión de las fumigaciones con glifosato. Más vale tarde que nunca.

Conoce más

 

María(85314)03 de agosto de 2021 - 11:38 p. m.
Que pertinente este tema en momentos en que se avecinan elecciones.
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.