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Cangrejo a la carta

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Blanca Inés Durán
29 de febrero de 2024 - 02:00 a. m.
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En Luisiana, Estados Unidos, se acostumbra mucho a comer un cangrejo de río o cangrejo rojo, un plato típico preparado en cocción con papas y verduras. Su producción se ha convertido en uno de los pilares de la economía de los agricultores de la región que ahora aprovechan los cultivos de arroz para sacar estos cangrejos rojos o crawfish, actualmente obtienen cerca de 150 millones de libras al año y generan más de 172 millones de dólares de ingresos. No suena mal.

¿Y qué pensarían si los invitan a comer cangrejo al mejor estilo de Luisiana, pero sacado del parque Simón Bolívar? Sería extraño, ¿cierto?

Pues esa puede ser la mejor solución a uno de los problemas más complicados que han tenido los lagos y humedales de Bogotá, Cundinamarca y Boyacá en los últimos tiempos: la invasión del cangrejo rojo americano o Procambarus clarkii.

En 1985 el ICA le dio un registro sanitario a una empresa del Valle del Cauca para experimentar con el cultivo del cangrejo rojo para fines comerciales; lo más probable es que quisieran venderla con el famoso jugo de borojó o como parte de las bebidas afrodisiacas tan famosas en la región, pero por un descuido algunos de los animales escaparon y terminaron inundando las fuentes hídricas hasta llegar a la cuenca del río Cauca.

Después, los cangrejos llegaron a las sabanas de Boyacá, Cundinamarca y Bogotá y llenaron lugares como la laguna de Fúquene, los bordes del río Suárez y finalmente los humedales y lagos bogotanos. Por su crecimiento exponencial y el impacto nocivo para especies nativas a las cuales termina desplazando o exterminando, esta especie fue declarada especie invasora por el Ministerio de Ambiente y se han elaborado diferentes protocolos para su manejo, pero no ha sido posible controlarla y su expansión ha sido tan alta que llegó a los lagos de los parques como el Simón Bolívar.

En el 2021 el Instituto Distrital de Recreación y Deporte, IDRD, con el apoyo de la ONG ambiental Conservación Internacional, comenzó a investigar cuál era la mejor manera de controlar este animal invasor y proteger a las especies del lago. Múltiples experimentos permitieron llegar a una propuesta novedosa que podría ser la solución para otros lugares como los humedales o la misma Laguna de Fúquene.

A través de la captura por diversos métodos, los cangrejos son tratados para quitarles los patógenos y bacterias y posteriormente son convertidos en harinas que, según exámenes de laboratorio, son una excelente fuente de proteína, calcio y otros minerales, lo que los podría convertir en un excelente suplemento alimenticio para mascotas y en abonos.

Aunque este método de control de la especie invasora termina en harina, tal vez se podría investigar si puede terminar como ingrediente de platos de alta cocina o en medicamentos para animales, dado que además de altos contenidos de nutrientes, tienen un alto potencial para poder aislar glucosamina, compuesto de alto valor y utilizado para aliviar enfermedades articulares. Así sucedió con el pez globo en la costa Atlántica y el control ha sido muy exitoso.

Por eso es indispensable continuar con la investigación iniciada en el parque Simón Bolívar y evaluar los otros usos que se puedan dar a este cangrejo rojo. Esa es, probablemente, la mejor forma de controlar esta especie y proteger el ecosistema de los lagos, los humedales y las lagunas del país, un gran concurso de Master Chef que premie la mejor preparación del cangrejo rojo y que se convierta en un plato insignia del bogotanísimo parque Simón Bolívar.

Si quiere conocer la investigación realizada por el IDRD sobre el cangrejo rojo puede entrar a este link: https://www.idrd.gov.co/sites/default/files/documentos/cartilla_procambarus_clarkii.pdf

Blanca Inés Durán

Por Blanca Inés Durán

Bogotanóloga, ingeniera industrial y gestora pública.
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alberto(26571)02 de marzo de 2024 - 12:58 a. m.
Excelente artículo por su altísimo valor.
Roberto(18501)01 de marzo de 2024 - 12:25 p. m.
El tal Atenas habla de la precaria mentalidad, y de paso deja un ejemplo, él mismo, el artículo habla de cangrejo rojo, y el lo confunde con camarón rojo, a bestia para grande.
Alberto(3788)29 de febrero de 2024 - 11:07 p. m.
Muy inportante.
Eduardo(27855)29 de febrero de 2024 - 09:41 p. m.
Similar solución para con los hipopótamos del magdalena medio, cazarlos, destazarlos y darlos de comida en los criaderos de caimanes.
Mario(196)29 de febrero de 2024 - 04:54 p. m.
Una buena sugerencia, y posibilidad de generar empleo y prosperidad. Por vivir en el barro su contenido de metales pesados, pesticidas y toxinas dependera de la calidad del agua donde se reproducen. Quizas aptos para comida para gatos pero no para humanos.
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