Si hubiese alguna especie alienígena criando humanos en este planeta tal vez podríamos aceptar, en aras de la conversación, que se hablara de la raza. Al fin y al cabo, seríamos un producto de su particular zootecnia, que habría puesto cuidado en favorecer tal o cual color de piel, estructura corporal, grado de churco o tamaño de nalga. Pero como hasta el momento nadie reclama la genialidad de producir humanos domésticos para adornar algo, acompañar abuelos o desarrollar ciertas tareas específicas como pastorear moluscos, hacer memes o gobernar gentes, ni modo: no aplica el concepto. Entre los humanos no hay razas, no se habla de...
Conoce más
