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El poder de la gratitud

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Camilo Camargo
04 de diciembre de 2022 - 05:01 a. m.
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Nos hace falta agradecer más. Creo que es algo que a menudo en algún momento todos pensamos. Siempre tenemos algo para agradecer, pero estamos muchas veces enfocados en nuestras complicaciones diarias, que a veces sin duda son genuinas preocupaciones, que van desde la preocupación de llegar tarde hasta cosas más graves como tener a un familiar enfermo, y otras simplemente son pronósticos de tragedias que no necesariamente tienen que ocurrir y nos ocupamos de más nuestras cabezas “¿Y si sale mal? ¿Y si no funciona?”. Es así como se nos pasan los días y nos olvidamos de ver el panorama completo. Nos levantamos y nos acostamos preocupados, lo cual nos impide disfrutar plenamente del día y también de la noche, pues muchas veces no podemos dormir. En esa cabeza enfrascada en preocupaciones nos olvidamos del otro, lo ignoramos, lo invisibilizamos y muchas veces tristemente sin darnos cuenta podemos llegar a perderlo. Las personas pueden cambiar con nosotros y no logramos entenderlo, entonces tenemos otra tragedia más para preocuparnos.

Hay muchas investigaciones que muestran que dedicarle un momento del día a agradecer, como por ejemplo con una libreta en la noche, ayuda a aumentar la felicidad y la buena actitud en las personas. El agradecer por las personas, por las cosas y por los eventos o experiencias sirve para resaltar situaciones positivas y generan una mentalidad diferente a la que tenemos si solo estamos viendo lo negativo. Hay muchas iniciativas para que nos tomemos 21 días para reconocer porqué estamos agradecidos y también a agradecer a las personas que nos ayudan en la vida.

Qué agradable es cuando uno amanece agradeciendo por el nuevo día. Le permite tener una mirada para observar a su alrededor la vida con positivismo, vivir el día con alegría, disfrutar más y mejor cada momento, asumir las dificultades con tranquilidad y optimismo e irse a dormir agradeciendo nuevamente por el día vivido y con ansias de que llegue el siguiente día, no para solucionar problemas, sino para vivir de nuevo un día lleno que tendrá muchas cosas buenas por venir.

Cuando nos ponemos en la frecuencia del agradecimiento atraemos a nuestra vida una sensación de bienestar porque hacemos conciencia de todo lo que nos está haciendo bien y las valoramos. Nos permite no concentramos solo en lo que nos sale mal. Lo que nos hace mal lo manejamos y protegemos con todo lo bueno que hay, lo entendemos y lo navegamos mejor. Incluso a veces podemos agradecer una situación desafortunada porque nos abrió los ojos sobre algo que no estábamos viendo y ahora tenemos la oportunidad de cambiar. El sol, el aire, nuestros hijos, nuestros alumnos, nuestro trabajo, nuestros amigos, nuestra pareja, nuestra mascota, nuestra casa, la comida que comemos, en fin. Para cada uno siempre habrá una razón para agradecer, siempre habrá una acción que nos haga sentir bien y por lo cual debemos estar agradecidos y con ganas de vivir.

Como bien lo dijo alguna vez el ex entrenador de la selección española de fútbol, Luis Aragonés “lo que sucede en cada momento siempre es lo mejor que puede suceder”. Y así es. Cuando esperamos a que algo mejor ocurra para ahora sí sentir que estamos felices y agradecidos, se nos va la vida y perdemos la grandiosa oportunidad de apreciar lo que tenemos ahora, que es lo mejor que podemos tener.

Pero el agradecimiento no se queda solo en una sensación agradable en nuestro pecho. Hay que sacarlo. Vivir agradecido con lo que a uno le pasa, le permite descubrir al otro, darse cuenta del valor de las personas que lo rodean, lo que aportan, sus aciertos y también sus oportunidades de mejora. Cuando uno agradece a otros se conecta mejor y los contagia de esa energía positiva que llena de sentido a lo que cada uno hace todos los días. Agradecer, y sentir que otros nos agradecen regula nuestro estado de ánimo y nos permite también ayudar a otros en efecto dominó a que agradezcan por sus vidas y las de otros también.

Hoy quiero invitarlos a terminar el año 2022 con mucho agradecimiento por lo vivido, a no esperar a que pase algo extraordinario para ahora sí tener la vida que quieren. La vida que tienen hoy es lo mejor que puede ser y así como es hay que abrazarla y agradecerla. En esta navidad y fin de año, es muy importante tomar estos espacios de estar con otras personas, celebrar y agradecer lo que hemos construido, lo que tenemos, lo que nos ha salido bien y lo que no nos ha salido como queríamos y nos ha impulsado a buscar otras soluciones y a su vez, nos ha permitido ser mejores cada día. Decirle a las personas que han tenido un impacto en nosotros ¡Gracias!, y aprovechar para reconocer lo que significan para cada uno.

Se vale tener sueños, se vale querer cambios, pero no proyectarse a que ahí es que estará el momento de agradecer. Llame a sus seres queridos, saque tiempo para usted y lo que le gusta, llénese de sentimientos agradables con cosas sencillas que pueda ir a hacer hoy y ahora después de leer este artículo. La vida es muy corta para estar preocupados, pero también es muy larga para vivirla plenamente sintiendo gratitud por lo que la vida tiene para ofrecernos hoy.

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