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¿Por qué entrar al colegio a los 4 años?

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Camilo Camargo
31 de octubre de 2022 - 05:01 a. m.
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¿Por qué entrar al colegio a los 4 años y no a los 3 o a los 5 o a los 6? Es una pregunta muy frecuente que me hacen los papás cuando es el momento de elegir colegio para sus hijos. Algunos quieren adelantar este proceso lo más que se pueda, sobre todo, cuando tienen hijos más grandes y sienten que su segundo, tercer o cuarto hijo, es más avanzado gracias a la estimulación de sus hermanos. También por temas logísticos, para algunas familias es conveniente la jornada escolar más larga o que todos los hijos se vayan al tiempo de una vez a la misma institución educativa. Otros quisieran alargar más el proceso, ven a sus hijos muy pequeños y quisieran demorar lo más que se pueda la salida del espacio de contención que sienten que se da en el jardín infantil. Los factores económicos también cuentan para algunos, así que retrasar la entrada al colegio puede ser conveniente para ellos.

Si bien todas estas razones son válidas, dependiendo de la situación particular de cada familia, lo único cierto y científicamente demostrado es que, en los primeros años de vida es cuando tenemos una ventana de oportunidad grande para desarrollar las funciones ejecutivas y de autorregulación y de éstas depende el éxito escolar. Las funciones ejecutivas y la autorregulación son los procesos mentales que nos permiten planear, fijar nuestra atención, recordar instrucciones y hacer varias tareas al mismo tiempo de manera exitosa. Los niños no nacen con estas habilidades, nacen con el potencial para desarrollarlas, por lo que éstas se adquieren a lo largo de la vida con una influencia mucho mayor en los primeros años, y de ahí la importancia de la escolaridad temprana, pues la calidad de éstas va a depender de las experiencias y las interacciones que tengan los niños. Como lo muestra la gráfica de un estudio realizado por el Centro de Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard, entre los 4 y los 5 años es cuando se más se dispara el dominio de la función ejecutiva y de ahí la importancia de ya estar en el colegio.

¿Por qué entrar al colegio a los 4 años?
Foto: Camilo Camargo

Cuando un niño ingresa al colegio a los 4 años, el currículo al que está enfrentado y, en general las experiencias que éste tiene, están focalizadas a que el desarrollo de las habilidades de la función ejecutiva y de la autorregulación se den de manera exitosa y en esta vía garantizar el éxito escolar futuro. Actividades para recordar, seguir instrucciones, controlar la impulsividad, resolver conflictos, adaptarse a nuevas situaciones, flexibilizarse, tomar decisiones, el trabajo en equipo, el pensamiento crítico, la orientación al logro, reconocer las emociones propias y los de los demás, responder adecuadamente ante el estrés, el autocontrol, no tomar riesgos innecesarios, solo por nombrar algunas, son las que van a ayudar a adquirir más rápidamente las habilidades que se requieren para la vida. Por ejemplo, las oportunidades que se tienen en el colegio para usar el lenguaje (escuchar, expresarse y comprender a partir de preguntas y de exposiciones, por ejemplo) son las precursoras de lo que después será la lectura y la escritura.

En conclusión, lo que se haga en este año de los 4 a los 5 en este sentido va a ser determinante para el aprendizaje futuro. Cuando un niño no está preparado para la escolaridad posterior se crea una inequidad desde el comienzo que cada vez es más difícil de cerrar.

Hay muchísima evidencia que así lo demuestra. Un estudio publicado por el Journal of Early Childhood indica que las actividades numéricas en edad preescolar inciden en el rendimiento matemático de los estudiantes cuando tienen 10 años, resultado que coincide con un estudio del departamento de Educación de Estados Unidos, que dice que las habilidades matemáticas adquiridas a los 4 años están asociadas a los logros alcanzados en matemáticas al final de la primaria, lo cual es crítico en el éxito escolar en el largo plazo. Por su parte, un estudio publicado por el Journal of Speech, Language, and Hearing Research concluye que las habilidades lingüísticas adquiridas entre los 3 y los 5 años son determinantes para la lectura y la escritura a los 8 años. Y así podría enlistar un sinfín de estudios al respecto.

Algunos se preguntarán, cuál es la razón por la cual en países avanzados como los nórdicos, por ejemplo, la educación formal comienza a los 6 (al colegio ingresan a los 7 pero tienen un año antes de preescolar como preparación para la entrada al colegio). En contraste con las oportunidades que tienen estudiantes en países como Colombia, los países nórdicos cuentan con un andamiaje muy grande para que los niños sean estimulados de manera adecuada en todo lo que necesitan y de manera gratuita. Centros comunitarios proporcionados por el estado en los que los niños adquieren habilidades motoras, lingüísticas, matemáticas, artísticas y sociales. Los niños con necesidades especiales son atendidos a través de un programa diferenciado; abundan los parques para hacer actividades al aire libre en familia, hay posibilidad de tener clases de música, arte, deportes, talleres de lectura; hay museos de todo tipo, conciertos, obras de teatro, solo por nombrar algunos de los estímulos que los niños reciben en estos países. No es que en esos países los niños se queden en casa con una estimulación limitada. Lo programas que se ofrecen en las comunidades que le apuntan a todas las dimensiones son lo suficientemente estimulantes y con profesionales altamente capacitados por lo que la entrada al colegio a los 7 años funciona.

Como lo mencioné, la ventana de los 4 a los 5 años es sumamente importante y determinará el desarrollo y el aprendizaje futuro de los niños, por lo que en un país como el nuestro con acceso limitado a fuentes de estimulación adecuada en un entorno cercano, lo mejor que le puede pasar a nuestros niños es estar expuestos a currículos integrales en un colegio, en el que se les desarrollen y se les potencien todas sus habilidades.

En mi opinión, sobre todo pensando en la movilidad de ciudades grandes como Bogotá, los niños de 3 años tienen una gran oportunidad de desarrollo en los jardines infantiles, con espacios y horarios más reducidos y donde encuentran una estimulación apropiada. A esa edad los niños aún requieren ir al baño más veces que un niño de 4 años, por ejemplo, todavía necesitan de por lo menos una siesta durante el día, por lo que una jornada larga y, además, lejos de su casa es innecesaria para esa etapa de desarrollo.

No es que a los 5 años no puedan entrar al colegio. También lo pueden hacer, pero se estaría perdiendo un año de una educación más rica en habilidades, como la que da el colegio. Por esto, sería un avance importante que los colegios públicos también amplíen su oferta a cursos más bajos, donde los estudiantes pueden ir adquiriendo las habilidades mencionadas anteriormente, y arrancar con su proceso más formal de educación. Esta es una manera como se puede disminuir la brecha educativa y brindar mayores oportunidades a todos.

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