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Estamos en época electoral, y temas prioritarios como la educación deberían estar en el centro del debate. Para algunos candidatos, el tema es parte integral de sus propuestas, mientras que, para otros, no es tan importante. Durante los últimos dos años, hemos visto cómo los intereses de los niños pasan a segundo y tercer plano. Un claro ejemplo fue la demora para que los niños pudieran regresar a la presencialidad en sus colegios, poniendo por encima los intereses de muchos otros grupos. En este aspecto, no se vieron debates en el Congreso sobre la presencialidad, ni unas directrices claras por parte de las entidades gubernamentales para acelerar el regreso a clases.
En días pasados se publicó el libro ¡Repensar la educación!: rutas para transformar la calidad educativa de la Fundación Empresarios por la Educación, en el que se recopilaron diferentes recomendaciones de política pública en educación. Allí se identificaron reformas estructurales de la educación, por ejemplo, en su financiación, en la formación y calidad docente, en la recuperación de las brechas que deja la pandemia, entre otras. Sin duda, todas útiles y una hoja de ruta coherente con las necesidades actuales del sistema.
Sin embargo, tal vez la recomendación más contundente de este libro es que la implementación de una reforma estructural al sistema dependerá del interés político del próximo Congreso y el próximo Gobierno.
Por esa razón, en medio de esta época electoral, es importante sugerir que votemos por algún candidato que conozca cómo se pueden dar los debates de la educación desde el Congreso, que quiera levantar la voz de la educación diferenciándose de la vociferación sindical y que se preocupe por materializar los cambios que tanto ha demandado nuestro sector en los últimos años. Por ahí se inicia la transformación del sector para construir voluntad política con nuestro voto por la educación.
Invito a los lectores a explorar las propuestas en temas de educación de los diferentes candidatos como, por ejemplo, la de Diego Escallón del Nuevo Liberalismo, la cual está enfocada en priorizar la educación y llevar este tema al centro de las discusiones.
La transformación del sistema educativo tiene que ocurrir en múltiples niveles. Claramente, un eje fundamental es el Congreso. Ojalá tengamos a la educación como uno de nuestros principales criterios para seleccionar candidatos el próximo 13 de marzo.
