El efectivo en muchas partes del mundo se está volviendo cosa del pasado y el COVID-19 ha impulsado su disminución, como pasa en Suecia y otros países europeos o como en China, donde en ciertas zonas el efectivo está prácticamente eliminado. De forma paralela la creciente competencia de las fintech está haciendo que los bancos tradicionales cierren oficinas, lo que aumenta la necesidad de corresponsales bancarios y pagos digitales. En muchos países los pagos de bajo valor, como cancelar el uso de un parqueadero, un baño público, compras en mercados de pulgas o un transporte, se hacen con un celular y un código QR....
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