Publicidad

Conversaciones pendientes

Universidades habilitadoras de desarrollo

Carlos Enrique Moreno
25 de julio de 2021 - 05:30 a. m.

Del gran trabajo que está a punto de culminar por parte de Connect Bogotá y el Foro de Presidentes, denominado Diálogos de Futuro, cuyo propósito es “construir juntos una conversación empática y generativa, que inspire, aporte y movilice a la educación superior, con impacto en la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras”, emerge un rol mucho más potente de parte de las instituciones de educación superior (IES), que busca “promover la calidad de vida y aportar a un desarrollo incluyente y sostenible del país y sus regiones a partir de una formación integral, transformadora, innovadora, de excelencia, interdisciplinaria y de calidad”.

En la mayoría de las regiones de Colombia, las universidades y las cámaras de comercio son las instituciones más sofisticadas y con capacidad de lograr ese “desarrollo incluyente, sostenible, que valore lo local”, vía una “formación integral articulada que construya no solo desarrollo sino ciudadanía”. Es a estas IES a las que les toca jalonar esas conversaciones entre universidad- empresa- Estado- ciudadanía, cuyas respuestas permitan encontrar la hoja de ruta regional y de paso consolidar las relaciones entre actores y niveles de educación. Entendamos que los milagros económicos siempre van acompañados de milagros educativos, articulados con el sector productivo y la sociedad. En este orden de ideas, una revisión del rol de las universidades en el desarrollo regional debe permitir soltar amarras frente a la asfixia normativa y burocrática a la que las somete el Ministerio de Educación, facilitar una mayor autonomía y cambiar sus sistemas de gobierno para que exista una verdadera y actuante participación no solo del Estado sino del sector productivo y la comunidad. Estas universidades deben volverse NODOS donde se incuben y saquen adelante los CLÚSTERES Y POLOS DE DESARROLLO en las regiones de acuerdo con su vocación. Estos diálogos regionales deben permitir definir cuáles industrias y actividades productivas hay que impulsar en el territorio y cuáles son las nuevas que hay que incubar y desarrollar.

En la educación superior debemos pasar de un Estado centralista, burocrático y controlador a uno que se conciba como habilitador de espacios, recursos y conversaciones, tal que el sector productivo y la academia autorregulada hagan realidad los diferentes propósitos regionales. Cambiemos a una formación sistémica, que solucione retos y problemas y que transforme las creencias, impulsando el pensamiento crítico y creativo, el trabajo en equipo, el liderazgo, la diversidad, y que facilite la articulación regional, incluyendo la educación básica y media, instituciones técnicas y tecnológicas, sector productivo, grupos sociales y poblacionales, además de la formación de los líderes privados y públicos que necesita esta nueva concepción. Se trata de lograr la transformación del capital humano en las regiones, tanto en lo conceptual como en lo procedimental y el aprender haciendo, así como la transformación tecnológica vía impulso al extensionismo tecnológico, la innovación e investigación aplicadas. Es una educación pragmática y humanista, que valida los grupos poblacionales desde lo ético, lo étnico, la inclusión y la equidad, y se centra en la BÚSQUEDA DEL BIEN COMÚN.

Temas recomendados:

 

Magdalena(45338)25 de julio de 2021 - 08:01 p. m.
Su propuesta es maravillosa.Esta idea de la educación como eje central en las políticas de estado,que trascienda las regiones sería lo ideal.Pero falta algo esencial presidente y asesores inteligentes .
Ivan(68911)26 de julio de 2021 - 11:23 p. m.
Si bien el desarrollo productivo basado en la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación es una condición necesaria para el incremento de la productividad, la universidad pública frente a una crisis sistémica como la actual, tiene el deber moral de ayudar a imaginar y orientar un cambio estructurar de la sociedad y la cultura regionales como su misión en sí misma
Jorge(8625)25 de julio de 2021 - 11:02 p. m.
El discurso manido y contradictorio de siempre. Una educación no puede ser humanista cuando se habla de capital humano. El ser humano como capital se vuelve un medio para la acumulacion de riqueza. Este, debe ser un fin en sí mismo, eso si es ético.
Antonio(sa3gs)25 de julio de 2021 - 02:20 p. m.
Será posible tanta belleza?
Felix(poljl)25 de julio de 2021 - 09:13 p. m.
Debemos hacer que nuestras universidades se y conviertan en solucionadoras de los problemas que la sociedad les plantea , generando así trabajo y desarrollo. Menos teoría y más práctica.
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar