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Curioso título “Verdad inclusiva” como si la verdad necesitara calificativos, pero el informe de la CEV y sus versiones parciales, llenas de omisiones y sesgos, necesitan complementarse para acordar una visión inclusiva, la verdad de un conflicto muy complejo. Con oportunismo, el gobierno trae a Mancuso que, a pesar de sus miles de crímenes, viene con una supuesta autoridad moral a decir la verdad... ¿que no dijo en Justicia y Paz? Y como “gestor de paz” con una narrativa que facilite limpiar y pasar la página de la cloaca de crímenes y delitos de la izquierda revolucionaria (no exclusivamente) y de paso enlodar sobre todo a sus enemigos políticos (Uribe), así vía falsedades todos “quedemos untados” y entonces convenientemente pasemos una ley de punto final. Petro ha hablado de conocer esa “nueva verdad”. Hablemos entonces presidente y pongamos sobre la mesa todo lo que pasó. El informe de la CEV omite los primeros treinta años del conflicto y la gigante influencia en recursos y formación guerrillera de URSS, China y Cuba, que posa hoy como garante de paz. Se omiten las fuertes diferencias ideológicas y de origen entre EPL, FARC, ELN, M-19 que llevaron a luchas y purgas que explican muchos de los muertos de la UP. Mostremos al M-19 colinchado con el narcotráfico de Pablo Escobar, para incinerar magistrados y expedientes del Palacio de Justicia. De como hoy los lideres de las FARC, “honorables congresistas defensores de DD. HH.”, llevan a cuestas miles de niños reclutados, violados, millones de familias desplazadas, campos de concentración y esclavitud, y una inmensa renta criminal lavada por el Estado. Mostremos cómo el PCC fomentó abiertamente la guerrilla en Colombia y todas sus formas de lucha y cómo vía infiltración de sindicatos y universidades se volvieron máquinas de reclutamiento guerrillero.
Contemos cómo esa izquierda revolucionaria se beneficia económicamente con sus colectivos de abogados, inflando víctimas, demandando al Estado y obstaculizando las iniciativas que frenen sus actividades y de paso facilitando el actuar criminal de la guerrilla que, a falta de apoyo popular, somete al pueblo vía terrorismo, y cómo estas rentas ilegales les permiten comprar armas para arrinconar el Estado, y que, a pesar de muchas negociaciones de paz, y hoy en el poder, tratan de lograr por esta vía lo que no lograron en democracia, como lo mostró el acuerdo con las FARC, y que ahora quieren reeditar con el ELN para llegar a un referendo que los perpetúe en el poder. Hablemos también de los casos de miembros de la Fuerza Pública aliados de paramilitares, narcotraficantes que han violado los DD. HH. como en las ejecuciones extrajudiciales. Hagamos un balance del brutal daño producido por esta izquierda revolucionaria y por el paramilitarismo, y del establecimiento que se ha quedado corto en las reformas económicas, políticas y sociales. Esta verdad Inclusiva debe tener un sustrato ético, respetar la dignidad humana, partir también de lo bueno que hemos construido; no puede ser para destruir ni estigmatizar favoreciendo intereses. Debe ser un honesto y crudo ejercicio que permita pasar la página para tratar que no haya repetición. Es poder incubar un futuro juntos donde nazca la esperanza.
