Cómo habrá sido de bochornosa la metida de pata del secretario de Cultura brasileño, Roberto Alvim, que hasta el mismo Jair Bolsonaro, un político proclive a la incorrección y a la salvajada, se vio forzado a despedirlo. Ocurrió cuando el ufano Alvim se dirigía a la nación para anunciar los nuevos Premios Nacionales de Fomento a las Artes. “Cuando la cultura enferma”, dijo —dando a entender que la cultura actual en Brasil en efecto lo estaba—, “el pueblo enferma a su lado”. El remedio que proponía era una regeneración cultural enraizada en los mitos fundamentales de la patria. Obras que reivindicaran la nación, la familia, el...
Conoce más
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
