El confinamiento nos arrebata el horizonte. Todo lo tenemos demasiado cerca, empezando por nosotros mismos, y por eso es tan difícil dejar de oír nuestro propio eco al reflexionar sobre lo que está ocurriendo. Lo vimos cuando los intelectuales públicos más famosos del momento, Zizek, Agamben, Preciado, salieron en tromba a predecir los cambios a los que nos abocaba el virus. No hubo uno que no viera en la pandemia la confirmación de sus teorías o de sus anhelos revolucionarios. Sus reflexiones hacían pensar que estos filósofos llevaban muchísimo más tiempo confinados, sin ver el horizonte, aunque no en su casa, sino en las páginas...
Conoce más
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
