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Miguel Díaz-Canel y la necrofilia

Carlos Granés
25 de marzo de 2022 - 05:30 a. m.

Hubo un tiempo en el que Cuba atraía la atención de la opinión pública y cualquier asunto político o cultural que tuviera que ver con la isla se convertía en noticia mundial, como mínimo latinoamericana. Hasta en esos años de claro desprestigio de la Revolución, bastaba con que Castro anunciara su llegada a una cumbre internacional para que se produjera un revuelo mediático. Hoy, en cambio, el socialismo cubano se ha convertido en adefesio político varado en medio del Caribe, del que ya nadie reclama cercanía o distancia. Sencillamente, Cuba dejó de interesarle al mundo entero. La izquierda, siempre crítica con todo excepto con sus propios entusiasmos, patea la piedra para que pase sobre Castro, sobre Maduro, sobre Ortega y llegue a las casillas donde ahora brilla la esperanza, Petro y Boric. Y la derecha, antes atenta a señalar la gran estafa revolucionaria mostrando las atrocidades del régimen, sabe perfectamente que Castro perdió la batalla de las ideas y que el peligro para las democracias no viene hoy del comunismo sino del populismo.

En definitiva, Cuba se ha convertido en una nota a pie de página de los diarios, y por eso no se menciona lo suficiente el juicio al que fueron sometidos los civiles que se manifestaron el pasado 11 de julio en varios lugares de la isla. Aquella fue una protesta espontánea, detonada por la pandemia y el deterioro de las ya mermadas condiciones de vida, que estuvo antecedida por las protestas del que quizá sea el fenómeno cultural más interesante de la actualidad, el Movimiento San Isidro. Durante ese día se oyeron en las calles reivindicaciones como no se oían desde el Maleconazo de 1994. Los gritos de libertad, sin embargo, fueron respondidos con represión. A pesar de que las manifestaciones fueron pacíficas, la jornada acabó con cientos de detenidos. Es verdad que sí rompieron algo, una única cosa, el tabú de la supuesta armonía y aquiescencia entre el gobierno y el pueblo revolucionario, algo imperdonable para un régimen que a estas alturas sólo se sostiene mediante la coacción y el miedo.

127 de esos detenidos fueron sentenciados esta semana a penas de hasta 30 años, lo que claramente es una amenaza para quien pueda verse tentado a ventilar en voz alta lo que muchos comentan en voz baja: que son muy pocos los que están dispuestos a soportar que un anacronismo ideológico, totalmente fracasado y enterrado (ni Putin lo reivindica), determine sus vidas. Los Castro debían saber que su régimen solo sobreviviría si como reemplazo, más que a un presidente, ponían a un embalsamador, y ese es el triste papel que ha cumplido ese hombre gris, de traje y pelo acordes con su personalidad, llamado Miguel Díaz-Canel.

Las sentencias contra los manifestantes ratifican lo que ya se sabía: que a los Castro podía garantizarles una cosa, no carisma ni heroísmo, claro, sólo continuidad e inercia para que el siglo XX no acabara en Cuba. A falta de un mito o una utopía, garrote y penas de cárcel. Una forma de decirles a los cubanos que tendrán que seguir viviendo en una casa de pompas fúnebres donde diariamente se vela un muerto. Y que nadie cante Patria y vida, la canción de los raperos cubanos. Su letra, convertida por las circunstancias en un arma revolucionaria, es el más efectivo antídoto contra la necrofilia.

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Pathos(78770)25 de marzo de 2022 - 11:45 p. m.
Colombia tiene problemas pero no como las aberraciones q suceden en Cuba con un partido de Estado q chantajea al pueblo con una supuesta revolución para manipularlo con una casta comunista q lleva más de cincuenta años en el poder
Pathos(78770)25 de marzo de 2022 - 11:41 p. m.
Un articulo certero y veraz porque los hechos ratifican la opresión imperante en Cuba y confirman la miseria de ese sistema es caduco, atrasado y brutal,además de la pobreza material instauró la mental donde pensar y expresarse está prohibido por un fantasma q llaman revolución,ni siquiera pueden hablar de libertad
PEDRO(90741)25 de marzo de 2022 - 10:56 p. m.
Cuenta regresiva: faltan 135 días para que termine este corrupto ñeñegobierno. Necesitamos un nuevo gobierno que nos rescate del naufragio en el que nos dejan estos cuatro años de ineptitud, infortunios y masacres.
micorriza(d243q)25 de marzo de 2022 - 10:11 p. m.
…"un régimen que a estas alturas sólo se sostiene mediante la coacción y el miedo". "En lo que va del Gobierno de Iván Duque han asesinado 573 líderes sociales"
micorriza(d243q)25 de marzo de 2022 - 09:58 p. m.
"6,402 'falsos positivos' en Colombia: ¿Quién dio la orden? Según la JEP, las víctimas de asesinatos presentados como bajas en combate entre 2002 y 2008 asciende a varios millares. El gobierno de entonces incentivó esta práctica atroz".
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