El gran problema de las malas ideas de la izquierda es que la derecha no tarda en copiarlas. Y lo peor, con éxito. Allí donde la izquierda tiene una intuición perniciosa, por lo general fracasa, no consigue lo que se propone y todo se queda —por lo general, insisto— en otra utopía inconclusa. La derecha, en cambio, capitaliza con bastante más éxito las malas ideas, las más perniciosas, esas que maltratan la convivencia y que de un día para otro convierten al vecino en miembro de una tribu distinta y peligrosa.
La ola de populismos izquierdistas que supuestamente iba a emancipar a América Latina, por ejemplo, le mostró a la derecha...
Conoce más
