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Encogerse para vivir mejor

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Carlos Vicente De Roux
13 de mayo de 2008 - 01:56 a. m.
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Bogotá crece de mala manera. Se desparrama a saltos sobre el frágil ecosistema sabanero. Estira a altos costos su malla vial y sus redes de servicios públicos domiciliarios.

 Segrega a los más pobres, que se ven obligados a vivir en extramuros y a gastar demasiado tiempo y dinero en movilizarse hacia el trabajo y hacia los hospitales y las oficinas públicas.

La política de desarrollo territorial de Bogotá debe consistir en hacerla más compacta, en densificarla, que es una forma de volverla más equitativa, más sustentable en términos ambientales y, si las cosas se hacen bien, más confortable para todo el mundo.

Dentro del perímetro urbano hay espacio suficiente para cubrir el déficit de vivienda sin necesidad de recurrir a las áreas de expansión  previstas en el Plan de Ordenamiento Territorial (como la del Borde Norte). El problema es convertirlo en suelo disponible a precios razonables. Y existen instrumentos para resolverlo, como declarar de desarrollo prioritario los lotes de engorde (lo que obliga a sus dueños a construir sobre ellos o a venderlos), aumentar la altura permitida de las construcciones (que libera áreas para espacio público) y emprender operaciones de renovación urbana (reconstrucción de barrios) con densificación.

También hay instrumentos para absorber los costos específicos de la densificación (costos como el de ampliar las vías y el espacio público, o darle más capacidad a las redes domiciliarias ya construidas). El incremento de la aglomeración demográfica y el propio desarrollo urbano, que presionan hacia usos más intensivos del suelo, así como la ampliación de las infraestructuras, valorizan la tierra y generan riqueza.

 La ciudad debe captar parte de ésta (no toda, porque el negocio debe ser gana-gana), mediante la partición en plusvalías, la contribución de valorización, los ajustes al predial, vía reactualizaciones catastrales, y el reparto de cargas y beneficios entre el Distrito y los urbanizadores beneficiados con el cambio de las normas sobre el uso del suelo (que se concreta en los planes zonales y parciales).

El Plan de Desarrollo propuesto por el alcalde Moreno, Bogotá Positiva: para Vivir Mejor, acierta al apostarle a la redensificación y al declarar de interés prioritario los lotes de engorde. Pero podría ser más audaz, posponer la realización del plan zonal del Borde Norte, estimular la construcción en altura, ejecutar dentro del perímetro vigente varios planes zonales y elevar las metas de captación de plusvalías.

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