Se aproximan las elecciones, con ellas llegan las preocupaciones de quienes han venido ejerciendo veeduría ciudadana para que estas tengan un mínimo de transparencia, el problema es que mientras estos se concentran en los municipios y departamentos, los medios de comunicación por donde transmiten los resultado de sus investigaciónes, ponen más atención a la ciudad de Bogotá, y escasamente prestan cuidado a Medellín y Cali.
Es ahí donde los avivatos aprovechan la oportunidad, para tejer pactos oscuros con quienes han engordado su chequera girando gruesas sumas dineros a través de sus empresas para apoyar candidatos a alcaldías, gobernaciones y concejos, para más adelante hacer que estos redacten contratos y licitaciones a favor de estos, en el mejor de los casos.
Si los medios de comunicación guardaran más equilibrio entre Bogotá y el resto del país, con toda seguridad que personajes como Yahir Acuña por ejemplo, no estarían en estos momentos, buscando la manera de tomarse el departamento de Sucre por ejemplo, para más adelante colocar las finanzas de la región a la orden de toda su herencia del mal.
Qué futuro le puede esperar a las víctimas del municipio de Macayepo por ejemplo, si el departamento sigue dominado por un lado por los García Romero, clan familiar de donde sale el autor de la masacre paramilitar, quien a través de Teresita García mantiene representación política en el legislativo y por el otro con Yahir Acuña, de quien el país no tiene la mejor impresión, entre otras, porque aunque judicialmente no tiene fallo en su contra, los que le conocen saben muy bien de donde sale y quiénes son sus amistades. Hay ocasiones en que no se requiere un papel firmado por un juez, para no dudar de la estirpe de donde proceden algunos personajes que ejercen la política.
Es por esto que es bueno que desde ya se coloque atención en quienes son las personas que aspiran a gobernar el departamento, lo mismo que a sus municipios, porque no puede ser que una región que en Colombia reciba miles de millones de pesos por regalías, siga siendo tierra de nadie, dejada a los manejos de quienes se han aliado con los ilegales, como es el caso de los García Romero, los Arana, los Morris, el Clan de la Gata y todos sus amigos o de grupos y personas que han desangrado sus finanzas a través de pequeños carruseles de contratación. Esto no puede seguir ocurriendo.
Aquí los partidos de la Unidad Nacional no se pueden dar el lujo de aliarse con el diablo, como lo hizo la U en el Valle del Cauca con Dilian Francisca Toro, el liberalismo en Medellín con Luis Pérez, Cambio Radical en la Guajira con Oneida Pinto, etc. Se debe buscar una persona que reúna las calidades éticas para devolverle la gobernabilidad al departamento.
No puede ser que en Sucre no exista un solo político que garantice la transparencia y la ética que se requiere en el ejercicio del buen gobierno, para que no solo le de implementación a temas vitales para la región como la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, inversión en obras de infraestructura, atención población vulnerable, etc.
Me resisto a creer que estas tierras que merecen una oportunidad para salir del atraso en el que se encuentra, solo pueda ser gobernada por clanes como los Guerra Tulena, los García Romero, los Guerra de la Espriella, quienes se han encargado a través de sus fichas de no permitir un relevo generacional que permita que Sucre sea bien gobernada.
Es por esto que en el caso de que los partidos de la Unidad Nacional y el Consejo Nacional Electoral, se hagan los de la vista gorda como seguramente ha de ocurrir, hago un llamado a la población sucreña para que castigue con su voto a estos clanes políticos, lo mismo que a Yahir Acuña, porque con su mal proceder solo han traído desgracias a la región.