1° de enero, ¡feliz Día del Dominio Público!

El 1° de enero de cada año se celebra el Día del Dominio Público, dando la bienvenida a los autores y sus obras cuyo plazo de exploración exclusiva vence y al entrar al dominio público ya no se necesita autorización para usarlas e incluso explotarlas. Las bibliotecas patrimoniales -que son las entidades oficiales encargadas de la recopilación, organización, conservación y difusión del patrimonio bibliográfico- lo celebran publicando un listado, derivado de la información que tienen en el registro del depósito legal. Esta información ofrece seguridad jurídica para aquellos que quieran darles una segunda vida a esas obras.

En Colombia la obra de una persona natural pasa a dominio público cuando se cumplen ochenta años de su muerte y, desde el año pasado, como en muchos otros países alrededor del mundo, la Biblioteca Nacional lo celebra al publicar, el 1 ° de enero, el listado de autores y obras que ingresan a esta categoría.

En 2021 pasan a dominio público las obras de quienes murieron en 1940. El listado publicado por la Biblioteca Nacional corresponde a 16 autores colombianos y las obras que la biblioteca tiene de ellos. Como dato curioso en este grupo no hay ninguna mujer, la mayoría son escritores (aunque hay algunos compositores), y, la gran noticia es que en la lista de este año está Tomás Carrasquilla autor de “La marquesa de Yolombó”.

Como la protección no depende de registro alguno, son muchas las obras que pasan al dominio público este año, pero es difícil tener las listas completas. En cada caso hay que saber si el titular de los derechos patrimoniales de la obra es su autor (a veces ni siquiera sabemos quién fue el o la autora) o lo es una entidad (la editorial, por ejemplo). En el primer caso los plazos de protección de los derechos patrimoniales dependen de la muerte del autor -según el país serían cincuenta, setenta, ochenta o cien años-, y en el segundo depende de la fecha de publicación o del tipo de contrato que se haya hecho. Además, los plazos son nacionales en un mundo que es cada vez más globalizado.

Por eso, aunque la cifra suene pequeña, la noticia de que tengamos información sobre 16 autores y sus obras es importante, es un esfuerzo por mostrar información y un ejemplo a seguir por otras entidades del gobierno que también tienen información y obligaciones en el fortalecimiento del dominio público.

Por ejemplo, la Dirección Nacional de Derecho de Autor (DNDA) -que tiene el registro de los autores del país- o la Superintendencia de Industria y Comercio -que tiene el registro de la propiedad industrial- deberían unirse a la celebración y generar listados y dar más información sobre la ausencia de protección que dé seguridad jurídica y hable del dominio público.

En cuanto a la Biblioteca Nacional, el proceso debería fortalecerse. Además del listado sería muy útil que digitalizara las obras que pasan al dominio público, esto facilitaría la nueva etapa. Adicionalmente, se pueden incentivar proyectos ciudadanos para ofrecer más información que permita aumentar la información en estas listas.

Por ejemplo en España la Biblioteca Nacional también publicó su listado en 2021. Allí anunció que 166 autores pasaban al dominio público. No solo esa lista ya es sustancial en número e incluye varias mujeres, la Biblioteca además promociona un programa para que cualquier persona ofrezca más datos e información que ayude a mejorar estos listados.

Es muy importante resaltar la necesidad de conseguir y obtener información sobre las obras que es lo que va a revitalizar verdaderamente el dominio público. Lo que suceda este año con las obras de George Orwell, el famoso y muy actual autor británico de “La rebelión en la granja” o “1984”, mostrará que esa es la clave. Orwell murió en 1950 y como en Reino Unido el plazo es de 70 años desde la muerte del autor, hay muchas expectativas sobre las nuevas ediciones que se facilitarán para estas obras. Sin embargo, el problema es que la fama internacional de este autor hace que se necesite mucha información para reeditar sus obras. Fuera de las fronteras inglesas hay otros plazos a estudiar (diferentes en diferentes países) e incluso hay que determinar si el dueño de los derechos es una editorial, especialmente cuando su publicación sucedió en otro país y otro idioma. Establecer la certeza de que una obra está en dominio público no es tan fácil y por eso se deben felicitar todos los esfuerzos.