Los proyectos vinculados con la idea de educación abierta suponen que cuando docentes y estudiantes comparten abiertamente su material educativo, como currículos, talleres, presentaciones, preguntas de exámenes y notas de clase, todos nos beneficiamos.
Así, en países como EE.UU. y Sudáfrica están dedicándose importantes presupuestos públicos (en todo caso sustancialmente menores a las soluciones tradicionales de las editoriales comerciales) para abordar el problema financiando proyectos como Openstax College y Siyavula, respectivamente.
Openstax es un proyecto centralizado que desarrolla textos educativos para estudiantes de educación superior. Los textos son luego distribuidos con licencias que permiten incluso modificarlos y comercializarlos, se distribuyen gratis en línea y, a un costo accesible, se venden impresos por demanda. En relación con la forma como se producen, el modelo es vertical, como el tradicional de editoriales comerciales; los hacen expertos y los revisan sus pares.
Siyavula, por su parte, también produce textos educativos para educación media, que son distribuidos libremente (también con licencias que permiten incluso modificación y comercialización) y gratis en línea, especialmente a través de conexiones celulares, los impresos se distribuyen con fondos públicos. Ahora bien, su forma de elaborar los textos no es tradicional: los hacen comunidades de profesores y estudiantes apoyados por informáticos, en jornadas intensivas de trabajo (hackatones), mediante un método colaborativo y de evaluación simultánea. Es un método horizontal.
El acceso a libros de texto educativos es tema caliente de política pública, particularmente importante en épocas de crisis económica. Las respuestas, además de las consideraciones pedagógicas, suelen reclamar la tecnología como parte de la solución para disminuir costos, y ya no le sorprende a nadie que involucren soluciones de educación abierta.
Revisar proyectos existentes evidencia que la elección del modelo a seguir para enfrentar el problema va más allá de si la elección es abierta o cerrada. Es importante identificar los pros y los contras de la propia arquitectura que se elija para luego poder evaluarlos correctamente y es posible que los mejores logros se consigan, no con uno solo, sino con un coctel, con un poco de todos, atreviéndose a intentarlo.