Hace un año el tema de esta columna era la ‘inevitable’ decisión de privatizar ETB. El de hoy es que no sólo no se privatizó sino que cambiará su modelo para ofrecer, por ejemplo, autopistas de 100K a hospitales y escuelas de la ciudad.
Repito lo que decía hace un año: frente a la dicotomía de lo público y lo privado algunos teóricos, como Bauwens, hablan del modelo de cooperación, en el que el Estado ofrece infraestructuras para el desarrollo social en las lógicas de los nuevos individuos y sus prácticas. La visión moderna de individuos que delegan autoridad en instituciones que los ven como masa está cambiando por la de individuos conectados en redes de pares que ven las instituciones como otro par, obligándolas a convertirse en ecologías de apoyo con infraestructuras de soporte para la creación colectiva. En este modelo de cooperación el Estado es un ente neutral (favorable al procomún), metarregulador entre funciones públicas, mercado privado y proyectos autónomos de la sociedad civil.
En un sector estratégico, como el de comunicaciones, plantear otra relación con la comunidad parece acercar a la ETB a estos modelos de vanguardia que apuestan por otra forma de desarrollo en un momento de crisis. La ciudad ofrecerá una autopista de información fabulosa para educación y salud que ahora debe desarrollar el aporte comunitario y privado. Uno esperaría que los procesos colaborativos (emisoras comunitarias, software libre, redes libres, etc.) como aporte comunitario tengan ‘su momento’. El desarrollo en términos de resultados sociales servirá para medir el éxito de esa empresa más allá de la bolsa, como ha sucedido con las decisiones estratégicas de países como Finlandia, donde salud y educación universal son hoy el antecedente inmediato de un modelo exitoso.
La decisión para la ETB plantea un ensayo de otra arquitectura en la relación ciudad-sociedad en que está todo por suceder y los elementos como comunidad y procomún deberían ser los más favorecidos. ¿Tenemos comunidades preparadas para el reto? ¿Cuáles serán los contenidos y los proyectos que se movilizarán por esas autopistas? ¿Cómo se aprovecharán? ¿Hablaremos de esto dentro de un año?
Carolina Botero
