El 1 de enero es el día del dominio público, es la fecha en que muchos celebramos que una porción del acervo cultural de un país se libera del derecho patrimonial de autor para convertirse en un bien común de la sociedad.
Casi siempre mi primera columna del año la dedico a este tema. La más alegre de todas --fue realmente la última de 2015, la del 30 de diciembre--. En ella celebraba que la Biblioteca Nacional de Colombia se unía a la práctica de otras entidades patrimoniales del mundo para identificar a los autores colombianos que pasaban a dominio público.
La Biblioteca Nacional es la encargada del depósito legal y por tanto custodia un importante patrimonio. Está en posición privilegiada para identificar a autores colombianos que cumplen 80 años de muertos y celebrar su memoria registrando el hecho, con esta acción nos cuenta a los colombianos que su obra es un bien común y podemos usarla sin pedir permiso.
Sin embargo este año vengo por acá a hablar no de una buena noticia como esa, sino de una mala. Les voy a contar lo que pasó con el dominio público en Colombia gracias a la ley 1915 del 12 de julio de 2018. Esta ley fue la que finalmente reformó el derecho de autor en el país con base en los compromisos que Colombia había adquirido en el TLC con EE.UU. Uno de esos es que los plazos de protección deberían ser de mínimo 70 años.
En Colombia desde 1982 y hasta 2018 los plazos de protección del derecho de autor eran de 80 años después de la muerte del autor cuando su titular era una persona natural, o de 50 años si el titular era una persona jurídica. Es decir, todas las obras que estaban a nombre del Estado, de empresas como las discográficas o los periódicos, se protegían por un plazo de 50 años y esto fue lo que debió cambiar. En 2018 el plazo de protección de obras cuyo titular son personas jurídicas pasó de 50 a 70 años y por tanto desde 2019 y hasta 2038 en Colombia ninguna obra cuyo titular sea una persona jurídica, pasará a dominio público. Comienza una triste sequía para nuestro patrimonio común.
En EE.UU. la ley que amplió en 20 años los términos de protección de derecho patrimonial de modo que los nuevos plazos fueran de 95 años para obras de personas jurídicas y 70 años para personas naturales, se sancionó en 1998. Es decir, 2019 es el año que en ese país se marca el fin de la sequía y nuevamente aumenta el dominio público, este hecho lo celebrarán muchos.
Les aconsejo leer el artículo del Smithsonian que celebra el fin de esta sequía. En él recogen comentarios de varios académicos sobre el efecto de estos 20 años sin aumentar el dominio público, hacen referencia al rol de Disney en el lobby para la ley de 1998 y en él se lee claramente como el siglo 20 de ese país no está en Internet en buena medida debido a esta decisión. Colombia empieza su sequía justo cuando la conectividad en el país empieza a superar el 50% de la población. Deberíamos preguntarnos, ¿cuál será el efecto de que se congele buena parte del dominio público en nuestra sociedad?
Ñapa. Si este tema le interesa y quiere leer más, quizá el artículo del blog del profesor canadiense Michael Geist sobre la discusión actual en Canadá para extender esos 20 años que nosotros ya hicimos, sea una lectura apropiada.
