Un tema que parecía muy complejo y técnico se convirtió esta semana en centro de atención mundial: la regulación y el futuro de Internet.
SOPA y PIPA, las famosas iniciativas legislativas americanas que buscan controlar la piratería en línea mediante mecanismos expeditos de protección a la propiedad intelectual, llamaron la atención del mundo sobre los riesgos que enfrenta un recurso global por las decisiones reguladoras de un país poderoso. La regulación propuesta puede tener efectos indeseables a pesar de sus buenas intenciones, exponía el Ministro Molano en entrevista con Yamid Amat. Con la intención de combatir piratería se puede afectar la innovación y creatividad o poner en peligro derechos civiles como la libertad de expresión.
La triste noticia de que Kodak se declara en quiebra voluntaria, los rollos y revelados de la empresa centenaria cayeron frente a la tecnología digital a la que no logró adaptarse, ilustra cómo es cierto que las empresas deben reinventarse para evitar su desaparición. La industria que apoya la línea legislativa de fortalecimiento al control de la propiedad intelectual fue desarrollada en el siglo XX y basa su ingreso en el pago por consumo de copias de sus productos, que por otra parte cada día son más fáciles de hacer sin intermediación. Para mantener su modelo de negocio, la industria se aferra a la protección legal de la propiedad intelectual que les ofrece algo de aire. Pero, es tanto como si Kodak pidiera que se legislara para evitar la impresión digital en hogares, esto le daría un respiro pero ¿a qué precio para el resto de la sociedad?, ¿se quedaría la gente cruzada de brazos para que la ley pasara?, y ¿por qué Hewlett Packard si pudo?
El derecho de autor cumple múltiples funciones y debe ser protegido, pero en armonía con otros derechos, priorizando al creador y a la sociedad, no debería ser visto esencialmente como tabla de salvación de industrias que condenan a la tecnología y sus usos. Una tecnología que de múltiples formas, muchas de ellas legales, da acceso a información y contenidos hasta hace poco inimaginables hace que el futuro de Internet sea todavía un poderoso pulso.
Un tema que parecía muy complejo y técnico se convirtió esta semana en centro de atención mundial: la regulación y el futuro de Internet.
SOPA y PIPA, las famosas iniciativas legislativas americanas que buscan controlar la piratería en línea mediante mecanismos expeditos de protección a la propiedad intelectual, llamaron la atención del mundo sobre los riesgos que enfrenta un recurso global por las decisiones reguladoras de un país poderoso. La regulación propuesta puede tener efectos indeseables a pesar de sus buenas intenciones, exponía el Ministro Molano en entrevista con Yamid Amat. Con la intención de combatir piratería se puede afectar la innovación y creatividad o poner en peligro derechos civiles como la libertad de expresión.
La triste noticia de que Kodak se declara en quiebra voluntaria, los rollos y revelados de la empresa centenaria cayeron frente a la tecnología digital a la que no logró adaptarse, ilustra cómo es cierto que las empresas deben reinventarse para evitar su desaparición. La industria que apoya la línea legislativa de fortalecimiento al control de la propiedad intelectual fue desarrollada en el siglo XX y basa su ingreso en el pago por consumo de copias de sus productos, que por otra parte cada día son más fáciles de hacer sin intermediación. Para mantener su modelo de negocio, la industria se aferra a la protección legal de la propiedad intelectual que les ofrece algo de aire. Pero, es tanto como si Kodak pidiera que se legislara para evitar la impresión digital en hogares, esto le daría un respiro pero ¿a qué precio para el resto de la sociedad?, ¿se quedaría la gente cruzada de brazos para que la ley pasara?, y ¿por qué Hewlett Packard si pudo?
El derecho de autor cumple múltiples funciones y debe ser protegido, pero en armonía con otros derechos, priorizando al creador y a la sociedad, no debería ser visto esencialmente como tabla de salvación de industrias que condenan a la tecnología y sus usos. Una tecnología que de múltiples formas, muchas de ellas legales, da acceso a información y contenidos hasta hace poco inimaginables hace que el futuro de Internet sea todavía un poderoso pulso.