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La cultura por definición es compartida, la educación por necesidad es compartir, y el conocimiento como herramienta de desarrollo debe ser compartido.
“Los maestros siguen pensando que son dueños del conocimiento”, dijo Llinas pidiendo que repensemos los principios que guían la educación. Siguiendo su reflexión, creo que el verdadero maestro es quien consigue compartir el conocimiento, no quien es su dueño. Cuando el estudiante entiende algo aterrizado en su contexto, entonces (solo entonces) tuvo éxito el maestro. En educación ser dueño exclusivo no cuenta, es compartir lo que vale. Nuestro aporte está andando, se llama CoKrea(1). Es un proyecto de investigación acción-participación en el suroccidente colombiano que, a partir de la idea de Recursos Educativos Abiertos, trabaja con maestros en producir contenidos digitales para cocrear, compartiendo la experiencia con profesores, estudiantes y navegantes de la red, para reflexionar sobre la educación en la era de lo digital y en contextos educativos diversos.
Sobre las discusiones en la OMPI (órgano ONU) en temas de derecho de autor: la reunión de la semana pasada en Ginebra no avanzó ni en el tratado de radiodifusión ni en el de bibliotecas La Unión Europea bloqueó insistiendo en retirar cualquier alusión a trabajos basados en “textos” para otorgar garantías a las bibliotecas. La UE solo acepta principios o recomendaciones leves para que los Estados consideren a voluntad. Para varios Estados, esa estrategia busca dilatar e incluso enterrar la agenda sobre flexibilidades en la OMPI, por eso defendieron (especialmente Brasil) que sin acuerdos en el tema de bibliotecas tampoco los habría en el tratado de radiodifusión(2). Las organizaciones de la sociedad civil presentes denuncian que la UE torpedea una agenda que busca recuperar un sistema legal para la circulación de contenido cultural, educativo, científico, etc., que está concentrado en los “dueños”, olvidando que al final la educación, la salud, la cultura, etc., son procesos sociales que dependen de compartir. Al final, los países desarrollados y titulares de derechos cuentan con y refuerzan sus mecanismos de protección de intereses patrimoniales, el resto simplemente pagaremos por ello. Es un NO a compartir.
(1) http://karisma.org.co/cokrea/
