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Las bibliotecas son importantes para el ejercicio de derechos como los de acceso a la información, a la cultura, a la ciencia, como garantes de libertad de expresión, una posición limitada hoy por la ley.
Bibliotecas han identificado grabaciones sonoras y audiovisuales de estudiosos sobre Colombia en archivos y bibliotecas de EE.UU. y Francia que, paradójicamente, a pesar de la tecnología, solo podemos conocer viajando hasta allá o consiguiendo permiso de cada autor. Las bibliotecas en Colombia no pueden hacer préstamos transfronterizos.
Del inventario que hizo una biblioteca pública de novelas del período de la violencia entre 1940 y 1960, solo se identificó o ubicó al 30% de sus autores. Por tanto, el 70% de esas novelas están condenadas a los anaqueles en Bogotá, aunque no estén en el mercado, son obras huérfanas de interés histórico/cultural.
A las bibliotecas les imponen condiciones contractuales injustificadas. Deben adquirir bases de datos completas sin seleccionar las publicaciones que serían de interés de sus usuarios a pesar de que buena parte sean relleno. En las bibliotecas públicas nuestros impuestos pagan accesos duplicados (en varias bases de datos), material no pertinente y que no es posible preservar a futuro (son licencias no adquisiciones).
Estos y muchos otros ejemplos justifican que exista un tratado en el que se planteen mundialmente garantías para el ejercicio de los derechos humanos que las bibliotecas promueven con dineros mayoritariamente públicos. Es importante que haya estándares mínimos no sujetos a la voluntad de los países, obligatorios. ¿como bibliotecario o usuario, como colombiano, usted qué piensa? Hoy se cierra otra semana de negociaciones, en twitter con #ColOMPI un recuento de lo sucedido.
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EE.UU. publicó el Informe Especial 301 o su lista negra anual y pública para clasificar en 3 niveles de prioridad el “incumplimiento” por propiedad intelectual de sus socios TLC. Seguimos como en 2013. Aunque no estamos en el nivel de prioridad, hay jalón de orejas para Colombia por no pasar la Ley Lleras 2 y, sin datos, dicen que hay mucha piratería en Internet. Sin embargo, el tema más desbalanceado es el de patentes en medicamentos que otras ONG del país (como Ifarma y Misión Salud) vienen refutando.
