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Cuando los activistas empezaron a participar en las reuniones internacionales donde se discutían temas de propiedad intelectual se empezó a saber lo que allí pasaba. Hoy son sus Twitter los que sacan la discusión de los cajones de los expertos y nos cuentan qué y quién lo está diciendo (no debe subestimarse ese poder).
Así me enteré que esta semana en la reunión del Comité Permanente de Derechos de Autor y Derechos Conexos de la Organización Mundial para la Propiedad Intelectual (OMPI), en Ginebra, se están discutiendo estos temas para bibliotecas, medicamentos, discapacitados, etc., y sabemos, por twitter (#SCCR23), que hay propuestas que pretenden conseguir excepciones y limitaciones al derecho de autor a través de tratados que otorguen mínimos obligatorios.
En el caso de bibliotecas y archivos IFLA presentó un borrador y 3 grupos tienen propuestas concretas: EE.UU., Africa y Latinoamérica (realmente: Ecuador, Brasil y Uruguay).
La discusión se ha ocupado de temas muy concretos como “obras huérfanas”, préstamo interbibliotecario, servicios en línea y otros. Sabemos que EE.UU. tiene una posición más restrictiva y que se ha escuchado a diferentes actores, pero sorprende es nuestra ausencia activa. En Colombia esta discusión especializada suena a chiste ya que entre nosotros el préstamo bibliotecario es “pirata”, se supone.
Sí, en Colombia la Dirección Nacional de Derecho de Autor ha dicho que el préstamo que hacen las bibliotecas es parte del derecho a distribuir, derecho que es exclusivo del titular y por tanto, en estricto sentido lo que pasa es que los titulares “toleran” la actividad de las bibliotecas. Esto es a todas luces inaceptable, no porque uno piense que un juez les vaya a dar la razón, sino porque si hay siquiera esa duda ya mismo el propio Estado debería proponer los cambios (¿de quién son las bibliotecas y archivos más importantes?) y debería estar con los bibliotecarios en Ginebra apoyando la propuesta latinoamericana para exigir cambios generales que no dependan de los titulares.
Precisamente leía que, en palabras de Ecuador, la primera demanda era la de abogar por un “derecho al préstamo bibliotecario”, ante nuestra propia situación ¿por qué Colombia no está en ese grupo participando activamente?
