Publicidad

Panamá Papers, entre transparencia y privacidad

Carolina Botero Cabrera
22 de abril de 2016 - 02:32 a. m.

Mientras la firma Mossack Fonseca reclama privacidad para sus clientes y otros piden que los defensores de la intimidad protesten por el rol de la prensa ante la más grande filtración de la historia, parece relevante hablar de transparencia.

Las autoridades de impuestos son quienes mejor conocen a la ciudadanía gracias a sus bases de datos —al punto de que frecuentemente se reclama proteger la intimidad evitando que los Estados las crucen con otros sistemas (como salud o educación), simplemente porque entonces sabrían demasiado— y, sin embargo, saben más de las personas corrientes que de las poderosas. Quienes tienen posiciones de poder (en términos económicos y políticos especialmente) cuentan con estrategias para evadir y ocultar sus ingresos como las que ofrecen las estructuras de empresas “off shore”.

El punto es que la filtración no es un ataque aberrante a la intimidad de estas personas sino, como lo dijo la organización británica Privacy International, es un caso de transparencia y de cómo los poderosos protegen su poder. Aunque a veces es difícil de conciliar, privacidad y transparencia no se oponen, son las dos caras de una misma moneda.

Sunil Abraham, desde India, resuelve el dilema afirmando que la protección de la intimidad es inversamente proporcional al poder y, al revés, la obligación de transparencia es directamente proporcional al mismo. Así, los pobres tienen mayor privacidad mientras que los requisitos de transparencia son mayores para las élites económicas y políticas.

Esta filtración es de interés público en tanto revela la forma en que las élites alrededor del mundo ocultan sus ingresos para evadir impuestos utilizando paraísos fiscales. Las finanzas, ingresos e inversiones de presidentes, ministros, alcaldes, gerentes, políticos y grandes comerciantes son relevantes en la vida pública. Por eso es un problema de transparencia que exige investigación periodística seria e informada.

El escándalo va adquiriendo justas proporciones. No todo lo que pasaba allí era ilegal y parece injusto estigmatizar a una nación completa por las prácticas de unos pocos. Sin embargo, queda claro que los paraísos fiscales sirven para ocultar importantes fortunas de personajes públicos a lo largo y ancho del mundo. Por tanto, ofrecer y exigir transparencia no es una violación a la privacidad.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar