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Enero es un mes de buenos propósitos y metas, de planeación y proyección que puede servir para hacer algunas predicciones. Desde Karisma, donde trabajo, puedo anticipar algunos temas en relación con la tecnología.
Elecciones. Además de las preocupaciones por “fake news” y del rol de las redes sociales y WhatsApp en la formación de la opinión del electorado, el papel de la tecnología contando nuestros votos será muy importante.
Para esto será clave la forma como la Registraduría implemente medidas para mejorar la información para que partidos políticos y sociedad civil puedan hacer control de los resultados de las elecciones y los cambios que haga en el cumplimiento al fallo del Consejo de Estado —el que encontró que, en 2014, se cometió un fraude contra el partido MIRA que le significó perder tres curules y evidenció importantes falencias relacionadas con la infraestructura tecnológica y el software que hace el escrutinio— para garantizar que tiene control sobre el software y que éste es auditable.
Protección de la libertad de expresión. En 2019 se mantendrá la tendencia de peligrosas ideas regulatorias como la de “controlar redes sociales”. Estas iniciativas fácilmente van en contravía de los estándares internacionales de libertad de expresión. En 2018, el senador Name presentó una iniciativa preocupante que se mantiene viva y, por recientes palabras del senador Zabaraín, promete no ser la única. Será una tarea titánica, pero la sociedad civil conseguirá que internet siga siendo un espacio de libertad de expresión.
En materia de reforma al sector TIC, el Gobierno no la tendrá fácil. De la capacidad de respeto por los estándares internacionales de libertad de expresión que requiere el marco legal para un regulador convergente, dependerá el éxito del paso de su iniciativa legislativa en el Congreso. Adicionalmente, el reconocimiento y promoción de las redes comunitarias como actores importantes del ecosistema TIC será determinante en este debate legislativo.
Datos y equidad. La creciente incorporación de tecnología en todas nuestras actividades cotidianas hacen que cada vez más los datos gobiernen nuestra vida y sean cruciales en las decisiones que nos incunben. Este año el Gobierno mantendrá su impulso a políticas como la de Servicios Ciudadanos Digitales. Alrededor de esta política, que tiene una fuerte participación del sector privado, se recogerán más datos y se buscará seguir adelante en la búsqueda de mecanismos para su explotación. Otras políticas conectadas con estos servicios son la biometría y la cédula digital, que serán la piedra angular de programas de subsidios, control migratorio y bancarización. Investigar esta evolución, hacerle seguimiento y proponer ajustes será otra de las prioridades de la sociedad civil en 2019.
Políticas de lo abierto. Ya se reformó el derecho de autor y ahora, siguiendo lineamientos OCDE, Colombia trabajará en 2019 en políticas de ciencia abierta. La regulación en la materia deberá impulsar un acceso más equitativo al conocimiento y la amplia difusión del conocimiento que se crea, sobre todo, cuando los contenidos son financiados con dinero público.
Riesgos y problemas del mundo en línea. La incorporación de tecnología en nuestras vidas, el incremento de la conectividad también supone reproducir riesgos y problemas del mundo analógico, por eso la violencia en línea será un problema constante y nos obligará a trabajar en mecanismos para identificar sus causas y para mitigarlos e incluso combatirlos.
Las recientes noticias de más líderes sociales asesinados y las críticas a la efectividad del sistema de protección en el país obligará a analizar también los nuevos retos y riesgos digitales que las poblaciones vulnerables enfrentan. Se deberá incorporar esta perspectiva en los mecanismos para su protección pues la seguridad digital de las personas debe ser una prioridad en las políticas públicas para este año.
¡Hay mucho por hacer! Nos vemos en 2019.