Respetado director,
Rechazamos de forma contundente el editorial “Envenenan el pozo del proceso contra Álvaro Uribe”, en el que El Espectador plantea de manera equivocada y sesgada una supuesta animadversión del expresidente contra los magistrados y jueces del país.
Frente a esa opinión, apartada de toda realidad, les expresamos:
1) Álvaro Uribe Vélez ha demostrado a lo largo de su vida pública un respeto irrestricto a los jueces y fiscales de Colombia, incluyendo los que han intervenido en su proceso judicial. Recordamos que el expresidente ha tenido desacuerdos con un sector de la Corte Suprema, pero nunca ha pronunciado una palabra de irrespeto a un juez de la República y que en sus ocho años como presidente nunca maltrató a un juez.
2) El editorial es una diatriba sin fundamentos que generaliza injustamente. No se trata de todos los magistrados, sino de uno en particular: el magistrado Reyes, quien impuso la medida de aseguramiento al expresidente Uribe. Reyes debió declararse impedido, ya que había trabajado con la esposa del senador Iván Cepeda y, además, fue contratado por Juan Manuel Santos en el proceso de La Habana, al cual Álvaro Uribe Vélez fue su mayor opositor.
3) El editorial no solo ataca a los jueces constitucionales y al superior jerárquico de la Juez 44, quienes han fallado a favor del expresidente Uribe en vía tutela y apelación, sino que también contradice su propio discurso sobre la presunción de inocencia y el debido proceso. Mientras enuncia estos principios, los dinamita con sesgo y mala intención, deslegitimando decisiones judiciales que han cuestionado la actuación de la juez en tres episodios clave: cuando le negó a la defensa el tiempo requerido para revisar el contenido de los computadores, y la dejó sin posibilidad de presentar pruebas; cuando rechazó por lo menos 40 testimonios y pruebas, la mayoría irreemplazables; y, el más reciente, cuando se pronunció sobre la recusación, negándola de plano. Acaso, ¿queda alguna duda sobre la evidente parcialización de la juez que adelanta el juicio?
4) Se equivoca el editorial al tratar de sembrar un manto de duda sobre la solicitud de recusación medida, que como ha quedado clara a la luz de la ley, NO es dilatoria del proceso.
5) La actuación de la Juez 44 Penal del Circuito de Conocimiento de Bogotá evidencia una clara animadversión contra la defensa del expresidente Álvaro Uribe Vélez, al desestimar de manera sistemática sus solicitudes, negar la posibilidad de un análisis adecuado de las pruebas y sugerir que sus peticiones buscaban dilatar el proceso. Además, su referencia al tildar al jefe del equipo de la defensa, Dr. Jaime Granados, como alguien que recurre a “malabarismos argumentativos”, refuerza su postura parcializada y sesgada contra la defensa.
6) Desconocer las garantías mínimas de Álvaro Uribe vulnera principios del derecho internacional y colombiano. Se exige un juez imparcial, más aún cuando incluso tribunales superiores han corregido flagrantes violaciones al debido proceso cometidas por la Juez 44. La recusación es un mecanismo constitucional para proteger derechos fundamentales y Álvaro Uribe no puede ser la excepción.
En lugar de un análisis serio y sustentado en hechos y citas precisas, El Espectador reduce el tema a unas líneas superficiales, dejando en evidencia no solo su falta de rigor, sino también un sesgo constante, durante su dirección del periódico, contra la figura del expresidente que se manifiesta en informes y columnas de opinión.
Flaco favor le hace usted a la majestad de la justicia cuando pretende insinuar que el ejercicio de derechos procesales y constitucionales “envenenan” el proceso judicial de un ciudadano. No olvide que la peor impunidad de todas es la condena de un hombre inocente.
Esperamos que estas líneas tengan la misma difusión que las de su errado y sesgado editorial.
Atentamente,
Gabriel Vallejo Chujfi, director nacional del Centro Democrático
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