Sesgos en el juicio a Álvaro Uribe
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A propósito del editorial del 25 de marzo, titulado “Los errores de la jueza en el proceso contra Álvaro Uribe”. El sistema judicial colombiano es constitucional, en otras palabras, cobija a todos los ciudadanos sin distinción alguna. ¿A quién se está juzgando: al expresidente Álvaro Uribe o al ciudadano Álvaro Uribe? En la principialística jurídica, las formas son el fundamento, las cuales se han desconocido. Tres tutelas en contra de la señora juez: lo anterior, es más que suficiente para demostrar el sesgo ad hominem.
Emel Jiménez
Parcialidad mediática en el juicio a Uribe
En el editorial del 25 de marzo se hace referencia a los dos errores de la jueza Sandra Heredia, los cuales claramente son un atropello a cualquier juicio, sin importar si es un expresidente o una persona del común. Dejando de lado cualquier sesgo ideológico, muchos de los que hemos visto el desarrollo del juicio creemos que la jueza, además de los dos puntos que ustedes mencionan, ha actuado de manera parcial en favor de los demandantes y la Fiscalía, negando la presentación de testigos de la defensa, permitiendo sin ningún comentario el uso de celulares con los testigos, las señas de Cepeda en el interrogatorio a Deyanira Gómez, la fiscal tirando papelitos con notas y, en general, varios comportamientos irregulares que evidencian la parcialidad de la jueza.
A pesar de esto, medios como El Espectador, muy antiuribista, también determinan, a juicio propio, que la defensa, por exigir sus derechos jurídicos con la recusación, ha utilizado maniobras dilatorias y amañadas, condenando en su actuar y opinión, al igual que la jueza, al señor Uribe. ¿Por qué no hacen mención de las mañas de Cepeda y la Fiscalía? ¿Por qué no mencionan que, de los 14 testigos, ninguno ha dado un testimonio contundente y claro en contra del señor Uribe y, por el contrario, varios han declarado que fueron engañados por el señor Cepeda y Piedad Córdoba?
Finalizo diciendo que el periodismo ha perdido mucha fuerza debido a que la información publicada está enrutada con un notorio sesgo político, omitiendo datos e información que quizás se contrapongan con sus amigos o ideologías, perdiendo la imparcialidad y la credibilidad.
Diego Sandoval
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