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Cartas sobre la fumigación con glifosato y la Policía Nacional

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11 de febrero de 2022 - 05:00 a. m.
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Abuso policial

Todos clamamos por la paz mientras armamos la guerra. En los países más avanzados del mundo no se contempla el tipo de atropellos que se dan aquí, gracias al grado de educación y equidad logrado. Pero en países como Colombia, donde la violencia es parte integral de su formación y el porcentaje de población en estado de pobreza y falta de educación es tan grande que afecta su salud mental, resulta casi normal y a veces hasta necesaria la fuerza para controlar a los violentos. Basta con hacer una operación aritmética para encontrar el desequilibrio tan enorme entre la cantidad de ciudadanos que tiene que cuidar un solo policía desarmado frente a los miles de violentos que, armados con bombas, palos, cuchillos y armas, atacan uniformados sin compasión ni consideración. A ellos, que también son seres humanos a quienes esperan sus padres, hijos y esposas. Si la violencia desapareciera de la mente humana, no tendríamos la necesidad de sostener un ejército ni una policía. Soy consciente de lo que está pasando en Colombia y seguirá pasando mientras no logremos una mayor equidad.

Pedro Cortés M.

Sobre la fumigación

Con una herencia de 250.000 hectáreas de coca, cuando Uribe tardó ocho años en dejar solo 50.000, es muy difícil garantizar la seguridad. No solo de los excombatientes, sino de la comunidad en general. Gústenos o no, la solución tiene que pasar por la fumigación, porque la coca es el combustible que alimenta a esos grupos que son los principales perpetradores de los crímenes que nos avergüenzan a todos.

Nelson Rojas.

Policía y ciudadanía

Con relación al editorial “El horror que se denuncia en Bogotá”, quisiera plantear mi punto de vista.

Si bien es cierto que algunos miembros de la Policía en ocasiones hacen uso excesivo de la fuerza, también lo es que son los primeros en poner el pecho para defender los derechos y la vida de los ciudadanos. No es correcto usar ese tipo de titulares amarillistas y marginadores, toda vez que se alimenta el odio y la falta de respeto por parte de la ciudadanía hacia nuestra Policía.

Por eso quisiera que en esos artículos también se incluyera un parágrafo instando a la ciudadanía a obedecer y respetar a nuestras Fuerzas Militares y de Policía en el cumplimiento de sus funciones constitucionales.

Fredy Barahona.

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