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¡Ser joven en Colombia no aguanta!
En Colombia somos más de 12 millones de jóvenes que hemos visto con preocupación y desesperanza el rumbo con el que los políticos de siempre han manejado nuestro país y, en efecto, nuestro futuro. Fuimos testigos y principales actores de cómo, bajo la legítima protesta social, exigíamos a nuestros gobernantes soluciones claras y concretas ante la falta de oportunidades, por la cual, tristemente, el mercado laboral nos ha caracterizado.
No hay que ser ingenuos. El sistema económico en Colombia es antijoven. Vivimos en un país en el que solo 39 de cada 100 jóvenes que salen del colegio acceden a la educación superior (Fuente: El Espectador, 19 agosto de 2021), y de estos a menos de la mitad se les garantizará un empleo formal. La reactivación económica, de la que tanto han hablado el Gobierno y hoy muchos candidatos al Congreso, no debe ignorar que los jóvenes deben ser parte crucial de esa integración en la economía, para así superar la coyuntura y la bochornosa cifra en la que uno de cada tres jóvenes en Colombia ni estudia ni trabaja.
No se trata de pedirle ayuda al Gobierno o interesar cada cuatro años a políticos de turno con nuestro voto. Los jóvenes en Colombia exigimos que nos den las oportunidades que no tuvieron nuestros padres y que nos tengan en cuenta en la discusión de políticas públicas que nos afectan. Sí, es cierto que uno de los pasos idóneos fue la creación de los Consejos Municipales de Juventud, pero, ¿hasta qué punto están los políticos realmente dispuestos a escucharnos?
Los jóvenes estamos indignados, y hay razón para estarlo. Sin embargo, tenemos que superar ese estado de apatía y afrontar la realidad en la que nos encontramos. Para ello tenemos que devolverles la confianza a las instituciones y a la democracia, tenemos que ser conscientes de por quién votamos y a quién consideramos idóneo para que construya políticas públicas realistas para nuestras necesidades y realidades. Necesitamos cambiar el rumbo del país. De lo contrario, ¡ser joven en Colombia no aguanta!
Carlos David Suárez Cabrera
Sobre Aida Merlano
Soy ciudadano colombiano naturalizado en Canadá. Como a todos los colombianos residentes fuera de la patria, me duele su acontecer. Es por ello que esperamos que las investigaciones en el caso Merlano vayan hasta las últimas consecuencias.
Reconocemos la existencia de esas élites en la compra de votos, así la prófuga esté donde esté.
Luciano Molina
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