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Escribo para hacer algunas aclaraciones respecto del artículo “Así fue como Telegram se convirtió en la cámara de horrores de la guerra en Gaza”.
El texto dice que “Telegram admite mensajes y videos extremistas, neonazis, pedófilos, conspirativos y terroristas”, lo que no es correcto. Desde su lanzamiento, Telegram ha moderado activamente el contenido dañino en su plataforma. Nuestros moderadores monitorean de manera proactiva las partes públicas de la aplicación y aceptan reportes de usuarios para eliminar contenido que infrinja nuestros términos de servicio. Los moderadores examinan cada reporte de los usuarios y se toman las medidas adecuadas independientemente del número de usuarios que han denunciado el contenido.
Por ejemplo, en el caso de contenido de abuso infantil, publicamos informes diarios que describen nuestros esfuerzos: https://t.me/stopca.
Por otro lado, referirse a Pavel y Nikolai como “rusos” es confuso porque viven en Dubai, ocupan la mayor parte de su tiempo trabajando en Telegram que tiene su sede en Dubai y no tienen vínculos con Rusia a excepción de haber nacido allí. Es como referirse a Elon Musk como un multimillonario sudafricano cuando él vive y opera en Estados Unidos. Siento que sería apropiado referirse a ellos como nacidos en Rusia, específicamente.
Agradecería que puedan ser realizadas las precisiones pertinentes.
Víctor Espinoza. Telegram Messenger.
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