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Del alcalde de Villavicencio y sobre la coalición de gobierno

Cartas de los lectores

02 de mayo de 2023 - 09:05 p. m.

Del alcalde de Villavicencio sobre un editorial

Desde que empecé mi vida política, cuando hacía parte de colectivos sociales, ambientales y universitarios en los que organizábamos actividades de impacto comunitario, he valorado y respetado el periodismo bien hecho, el que investiga, vigila, controla y hace veeduría sin dejarse permear por ninguna influencia política ni económica.

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Considero que el periodismo responsable, con rigor y ética, es indispensable en cualquier democracia; y junto a mi equipo de trabajo siempre he estado dispuesto a dar respuesta a las preguntas e inquietudes que tengan los medios de comunicación y sus periodistas.

Por esa misma razón, la responsabilidad que recae sobre un medio de comunicación debe obedecer y responder a intenciones que se ciñan a la misión informativa que necesita la ciudadanía, es decir historias contadas con veracidad; creo que los periodistas tienen el deber de llevar a cabo su trabajo con imparcialidad y ética, lejos de los hilos movidos por intereses particulares.

Como alcalde y como ciudadano voy a seguir defendiendo el derecho a la libertad de prensa y al ejercicio del periodismo, con garantías que promuevan este importante derecho fundamental.

Tomaré las medidas correctivas necesarias para seguir incentivando, por parte de mi equipo, que toda la información sea de libre acceso para periodistas y ciudadanos, sin dejar nunca de lado el derecho que tengo a manifestar mi inconformidad cuando alguien trate de usar el periodismo como fachada para exponer sus intenciones políticas.

Juan Felipe Harman Ortiz, Alcalde de Villavicencio

Sobre la coalición de gobierno y la democracia directa bajo Gustavo Petro

La coalición estaba llamada a fracasar y así lo esperaba Gustavo Petro para tener el argumento irrefutable de que la dirección de los partidos tradicionales son incapaces de hacer los cambios que necesita el País.

Los proyectos proponen cambios tan profundos y necesarios, que cercenar sus puntos neurálgicos serían un engaño más a la población.

Por eso el camino de la democracia representativa es: 1- Aprobarlos sin cambiar su esencia; 2- Abdicar en pos de la democracia directa.

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Fernando.

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