Mala lectura
Sorprende que una buena lectora —como se imagina uno debe ser Piedad Bonnett— tenga una lectura tan superficial del paro, en especial de los bloqueos, como la que presenta en su columna “En río revuelto”. Bonnett cree en la idea de que los bloqueos dependen del Comité Nacional del Paro (CNP). O desconoce la realidad de los “puntos de resistencia” e ignora quiénes los están liderando y llevando a cabo, o se ha limitado a basar su análisis en la perezosa y manipulada versión oficial. ¿Cómo es posible que aún se crea que los jóvenes que están en las primeras líneas de diferentes ciudades encuentran representantes en señores sindicalistas? Muchas voces de manifestantes y organizaciones sociales han expresado que ese comité no los representa. Quienes conforman el CNP —líderes de organizaciones sociales de pensionados, trabajadores, camioneros, campesinos y estudiantes— no representan a jóvenes o manifestantes que difícilmente han tenido trabajo o un cupo para estudiar (mucho menos una pensión). La ineptitud de este Gobierno ha sido tan dañina y ha afectado a tantas personas que los diálogos deben darse en diferentes frentes y a diferentes niveles (una estrategia como la que propone Sergio Jaramillo, en entrevista para este diario). El CNP es un frente, pero no el único. Una prueba de esto es que aún si el CNP rechazara y solicitara el levantamiento de bloqueos, difícilmente sus peticiones van a tener un efecto real en los jóvenes que resisten en diferentes ciudades. El CNP no tiene línea de mando frente a las primeras líneas. Muy diferente es lo que podría hacer el presidente Duque para evitar más abusos de la Policía, pues se supone que él sí tiene un control real de las acciones de la Fuerza Pública (puede dar órdenes, destituir, cambiar estrategias, etc.). El CNP no tiene ese control, que es lo que parece suponer Bonnett con su mala lectura.
Andrés H. Rubiano. Desempleado-manifestante.
Ser objetivos
Como seguidora y lectora diaria de este periódico, no ha dejado de sorprenderme la forma en que su contenido ha venido abordando los temas que afectan por estos días a nuestro país.
Estar o no estar de acuerdo con un gobierno no debería conducir al direcionamiento de la opinión de los lectores hacia el caos y la desesperanza. No hay que olvidar que el periódico tiene en sus manos el poder de la comunicación. No es una red social, ni un pasquín.
Informar responsable y respetuosamente a sus lectores debería ser un principio editorial. Un informativo serio debe estudiar a su público y presentar alternativas de opinión balanceadas y con un criterio.
Los titulares lanzados al azar están bien para una red social pero tienen consecuencias.
Todo lo anterior, para dejarles una reflexión y es que lo más fácil no siempre es lo mejor.
Luz Ángela Torres.
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