Aquellos de nosotros que estamos al día con las noticias internacionales hemos presenciado el desarrollo, minuto a minuto, de un caso sin precedentes en Estados Unidos.
Brian Thompson, CEO de UnitedHealthcare, una de las mayores compañías de seguros médicos en Estados Unidos, fue asesinado a tiros en el centro de Manhattan a plena luz del día. Las balas utilizadas en el ataque tenían grabadas las palabras delay, deny y defend, que significan “retrasar”, “denegar” y “defender”.
Estas palabras, con una larga historia de uso desde su aparición en el título del libro de Jay Feinman, describen lo que muchas personas acusan a estas compañías de hacer: obstaculizar las solicitudes de financiamiento para tratamientos médicos de sus clientes.
Las aseguradoras de salud en Estados Unidos operan ofreciendo planes que los usuarios pagan mensualmente con el propósito de cubrir los gastos médicos en el costoso sistema privado del país.
Sin embargo, como ya se ha señalado, estas empresas son ampliamente criticadas por la denegación sistemática de tratamientos, afectando tanto a pacientes con diabetes como a niños con cáncer. Incluso se ha denunciado la existencia de algoritmos que rechazan automáticamente las solicitudes de tratamiento, sin ninguna revisión humana.
Por todo esto, el asesinato de Thompson ha generado un enorme impacto en un país que carece de un sistema de salud público, con miles de personas manifestando su apoyo al presunto asesino, Luigi Mangione, de 26 años.
Aunque algunos medios atribuyen este apoyo a la juventud y apariencia física de Mangione, es innegable que gran parte de la simpatía hacia él se debe a la profunda insatisfacción con el sistema de salud estadounidense. Este caso podría ser la tormenta perfecta para exponer sus fallos, revelar secretos ocultos y, con suerte, impulsar una transformación que permita construir algo mejor sobre sus ruinas.
Maine Mallarino
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