La paz en Colombia, una utopía

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04 de julio de 2023 - 02:00 a. m.
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La paz en Colombia se ha convertido a lo largo de los años en una utopía, algo lejano e inalcanzable que carece de significado para la gran mayoría de colombianos que no conocen su historia y, por lo tanto, no se sienten conectados con las múltiples realidades de un país tan diverso. De ese modo, el desconocimiento de la historia por parte de sus ciudadanos me remite a la famosa máxima griega de Sócrates: “Conócete a ti mismo”, que aludía a la capacidad de los hombres de pensar y razonar con el fin de conocer su mundo interior y así llegar a ser hombres sabios.

Esta frase que nos invita al autoconocimiento debe también ser analizada en un doble sentido, es decir, es una doble vía, no basta con conocerse a sí mismo, sino que se debe reflexionar acerca de las dificultades que representa el desconocimiento de nuestro entorno y la desconexión que genera que la sociedad colombiana conozca solo fragmentos de su historia o que simplemente la desconozca. Lo anterior no es una discusión nueva, pero sí se ha convertido en un debate enquistado que no ha logrado ser un pilar fundamental para construir paz en un país que la concibe como una utopía.

Ahora bien, es indispensable empezar a construir la paz desde los cimientos más básicos, en entornos como la cotidianidad de las escuelas y las universidades. Se ha idealizado el fin de la violencia a través del uso de las armas o la acción de los procesos de paz, sin considerar que los segundos se han convertido en procesos alejados de la sociedad, la cual no comprende por completo su finalidad, ya que estos no cuentan con un accionar pedagógico eficaz que sea capaz de generar una conciencia colectiva sobre la importancia de despertar la indignación en las personas ante actos tan atroces como las masacres.

La paz en Colombia solo se irá desprendiendo de su ropaje utópico cuando pueda introducirse en el pensamiento y la cotidianidad del colectivo, pero esto no sucederá si la sociedad no comienza entendiendo qué es la paz y por qué es importante. Dicho proceso de comprensión no debe ser complejizado sino todo lo contrario, debe ser explicado de manera sencilla, como lo hicieron, por ejemplo, los griegos en la Antigüedad a través de su mitología, representando a la paz como una divinidad, nombrada Eirene, que era interdependiente de sus dos hermanas Dike (la justicia) y Eunomía (buen gobierno). De ese modo, esta triada de diosas tenía el trabajo de mantener el equilibrio en Grecia, dado que paz, justicia y buen gobierno no pueden existir una separada de la otra.

La paz y los estudios sobre los conflictos deben dejar de ser un campo que solo encuentra validación en textos complejos y procesos que no son socializados de forma adecuada, teniendo en cuenta que la perpetuación de la violencia es una problemática de todo el pueblo colombiano y no solo de sus gobernantes. En ese orden de ideas, la enseñanza de la paz debe introducirse cambiando la complejidad del lenguaje por una narrativa capaz de penetrar cada rol social y debe dejar de pensarse exclusivamente desde la política y la academia. Es indispensable que las nuevas generaciones empiecen a apropiarse de la construcción de la paz, dado que es un proceso de todos y no solo de unos pocos.

Ana María Villota.

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Rosalba(55887)04 de julio de 2023 - 02:04 p. m.
Excelentes reflexiones. Gracias
José(91448)04 de julio de 2023 - 11:52 a. m.
Muy buena columna. Es un llamado que los ministerios de educación y cultura deberían escuchar para actuar en consecuencia. Empezando por implementar de manera inmediata la "Cátedra de historia", que desde 2015 duerme en los anaqueles de la burocracia estatal. La Escuela, los Medios, los Partidos políticos, la Iglesia y la Familia estamos llamados a hacer pedagogía sobre la paz; sin lo cual no será posible construir la conciencia ciudadana que de verdad nos ponga en el siglo XXI.
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