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Liberarse de las noticias falsas

Cartas de los lectores
30 de mayo de 2023 - 02:00 a. m.

Como todo lo que rodea al ser humano está ligado a la historia de la humanidad, las noticias falsas no son la excepción. Los historiadores anotan que en tiempos del emperador romano Augusto se promovió una larga campaña calumniosa contra Marco Antonio por la rivalidad que los unía frente a la reina Cleopatra, y teniéndose en cuenta que las comunicaciones eran de largo aliento, podría pensarse que no llegarían a buen puerto, pero dichas noticias falsas prosperaron.

A lo largo de la historia se conocen sucesos parecidos. Con motivo del descubrimiento de América llegaron al reino de España un sinnúmero de mentiras con respecto a los indígenas y, sin comprobar nada, los reyes y las reinas emitían sus veredictos a partir de la descripción que recibían, incluidos los famosos misioneros y evangelizadores, de los cuales solo se salvan unos pocos. Hoy esa realidad no ha cambiado sino en la forma a través de internet y los celulares, que han convertido en una industria la falsificación y tergiversación de noticias, acontecimientos y declaraciones, para divulgarlas con las más negras intenciones.

Sin embargo, está en nuestras manos no contribuir a su difusión ni creer en todo lo que nos envían. Es cuestión de disciplina, y si seguimos los pasos que nos indican los estudiosos que prepararon un documento para el Parlamento Europeo, podemos liberarnos de tanta basura. Primero, comprobar el contenido, es decir, precisar los hechos y datos. Segundo, comprobar el medio de comunicación, quién lo financia, verificar si la URL es extraña y contrastar minuciosamente lo que indican otras fuentes. Tercero, comprobar el autor y preguntarse si esa persona o personaje existe; cuántos se prestan a dramatizar barbaridades. Cuarto, comprobar las fuentes, si son de arraigo y respetadas, si se publican en la página de opinión o como noticia. Quinto, comprobar las imágenes; hoy es fácil rastrearlas y saber si corresponden a los hechos que se quieren contar. Sexto, pensar, pensar mucho antes de compartir a los demás; cuántas veces se difunden las noticias falsas para producir emociones negativas en la gente. Séptimo, cuestionar nuestras propias ideas con criterio de criticidad. Octavo, unirse a los cazadores de mitos y mantenerse al tanto de los trucos sobre noticias falsas y contarlo, eso sí, a los amigos.

Es cuestión de disciplina para no creer todo lo que nos quieren decir.

Ana María Córdoba Barahona. Pasto.

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Antonio(sa3gs)30 de mayo de 2023 - 04:09 p. m.
La verdad hay periódicos ,revistas que solo desinforman y nadie dice nada ,bien por usted y su denuncia ,mal por la mayor parte de otros medios que no critican a los desinformadores
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