Nos ahogamos en subsidios al diésel

Totalmente de acuerdo con ustedes en el editorial del 5 de julio, titulado “El diésel no merece un subsidio”. Además, ese subsidio lo pagamos todos los colombianos y las finanzas de nuestro Estado se están debilitando pagando ese subsidio y el préstamo del Covid 19 que se hizo en parte también para subsidiar, inclusive a los más ricos. Y nos estamos ahogando con los intereses altos que nos cobran día tras día por todo ello.

Otro punto es que, si no desmontamos ese subsidio al ACPM, a quien nos toca pagarlo es a todos nosotros porque ya están pensando en hacer otra reforma tributaria, ¿y quién la paga? Nosotros los colombianos.

No podemos seguir subsidiando un producto que es contaminante ambientalmente; debemos coger ese dinero que se subsidia, como dicen ustedes, para pavimento de vías terciarias, o mejor aún, para proyectos de descarbonizacion de las economías como generación de energía solar, eólica, hidroeléctrica etc.

Si la meta de inflación no se puede cumplir, tampoco nos vamos a ahogar en un vaso de agua: llevémosla hasta donde sea lo más razonable posible, pero sin subsidiar el ACPM. Al final, quienes pagamos la inflación también somos todos los colombianos y lo seguiremos haciendo .

Tampoco es equitativo y justo que solo se beneficie a unos cuantos, los del sector del ACPM; ellos, al fin de cuentas, le trasladarían el incremento del ACPM a todos nosotros por lo que no hay razón de estar subsidiando.

Si el temor es que los camioneros puedan bloquear las carreteras por el alza del ACPM, entonces concienticemos con argumentos a los transportadores porque esa alza es imperativa hacerlo, pero eso es una medida que creo yo que más temprano que tarde se debe tomar.

Venimos de una inflación del 13,12 % en el 2022 y de 9,28 % en el 2023, ¿y qué ha pasado? ¿Qué pasa si este año, en vez de dejar la inflación en 5,5 % que según es la meta, la dejamos 6,5 o 7 %? No pasa nada.

Lo que sí está deteniendo el crecimiento económico es que el Banco de la República tenga esa tasa de interés tan alta que los bancos, a su vez, no puedan bajar las suyas para hacer créditos baratos e incentivar el crecimiento de la economía por el aumento de la inversión.

El Banco de la República tiene frenado el crecimiento económico, no la inflación, porque la inflación está en 7,16 %, muy por debajo de las tasas de interés del Banco de la República.

Wilfrido Roncallo Visbal

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