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Agradezco la oportunidad que me brinda el periódico El Espectador de ejercer mi derecho a la réplica, pero sobre todo el de poder ejercer el derecho fundamental a tener un sano equilibrio entre derechos de expresión.
Durante más de 25 años he sido una trabajadora del sector audiovisual, una trabajadora como la gran mayoría de colombianos, sin cuotas políticas. Como ciudadana, acepté la invitación para regresar a mi país, dejando atrás mi trabajo en España en la Federación Iberoamericana de Academias de Artes y Ciencias Cinematográficas como directora general, una organización que reúne a 13 países de la región. Esta oportunidad marcó mi primera incursión en el sector público, la cual ejercí motivada por la ilusión de contribuir a una nueva construcción de país, con lo que esto conlleva, el asumir que como funcionarios estaremos expuestos al escarnio público ante cualquiera de nuestros actuares.
Haciendo referencia al artículo publicado el 03 de septiembre bajo el título “La exfuncionaria despechada”, deseo abordar algunas acusaciones que considero necesarias de aclarar y contextualizar:
En primer lugar, quiero enfatizar que las acusaciones de haber participado en el envío de información a un medio radial son completamente falsas. ¡Es un absoluto NO! No he realizado envío alguno de información a medios de comunicación relacionada con el Ministerio de Cultura y esto pueden corroborarlo directamente con la emisora en cuestión. Mi conducta profesional de estos años de trabajo ha sido la del cumplimiento de mi deber manteniendo la reserva de la información que se me suministra. Y esto lo digo con la tranquilidad de tener la frente en alto al no haber quebrantado mis principios éticos.
Por esto, es importante señalar que cualquier insinuación de haber realizado acciones motivada por temas “personales o de despecho” son malintencionadas; las mismas no reflejan la realidad de mi profundo agradecimiento al Ministerio de Cultura por la oportunidad de llevar a cabo tan importante reto como directora de la Dirección de Audiovisuales, Cine, Medios Interactivos y Sonoros, de lo cual siempre estaré absolutamente orgullosa.
En cuanto a las afirmaciones del artículo que sugieren “un bajo nivel de ejecución, maltrato y falta de apoyo del sector” durante mi gestión, considero importante contextualizar estos comentarios:
Según los informes oficiales de SIIF NACIÓN, nuestra dirección logró un notable 82 % en CDP (Certificado de Disponibilidad Presupuestal), un 72 % en compromisos y un 40 % en obligaciones, teniendo como base un 41 % en obligaciones totales del Ministerio de Cultura con cierre al 28 de agosto de 2023, esto según información del Ministerio de Hacienda, situándonos como la segunda dirección más activa del Ministerio, proyectando así para el mes de septiembre un cierre de cifras en el 62 % de obligaciones.
Con respecto a la relación con mis compañeros de trabajo, es relevante destacar que durante mi año de trabajo y hasta la fecha de mi desvinculación, mi relación con el equipo siempre fue cordial y profesional. Nunca fui convocada a diálogos con el comité de convivencia, con gestión humana u otro órgano interno del Ministerio para abordar tales cuestiones.
En lo que respecta a mi labor con el sector, me complace informar que logramos establecer sólidas colaboraciones: abrimos las puertas al sector técnico, al cine comunitario, a las regiones, a más de 12 asociaciones de profesionales de la industria, logramos estar presentes con nuestros programas en los 32 departamentos del país y beneficiar a más de 1.500 jóvenes con procesos formativos.
Mi compromiso con el sector ha sido constante y apasionado. Lamento profundamente cualquier declaración falsa que haya sido atribuida a mi persona. Como funcionarios, es natural que nuestras decisiones estén sujetas a interpretaciones y críticas. De hecho, considero que la crítica constructiva es fundamental para el desarrollo de cualquier industria y estoy completamente abierta al diálogo constructivo como medio para avanzar.
Para finalizar, es importante recordar que la libertad de expresión, es un derecho valioso, pero es esencial ejercerlo de manera responsable. Agradezco nuevamente la oportunidad de aclarar estos puntos para proteger mi buen nombre y mi reputación. Desde el respeto, invito a seguir construyendo de manera propositiva, la cultura de nuestro país está llamada a ser un elemento fundamental en la construcción de un nuevo relato de nación, que permita que la Cultura de Paz que hemos anhelado durante tantos años llegue por fin a todos los rincones de nuestro país.
María Fernanda Céspedes.
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