Respuesta de la ADRES a un editorial

De ADRES sobre una cifra citada en un editorial

Me permito referirme al editorial del día 28 de febrero titulado “La súplica de los pacientes de enfermedades raras”, con el fin de hacer precisión sobre lo que se afirma allí respecto a “una deuda acumulada de más de $2,7 billones en presupuestos máximos, lo que refleja un incumplimiento grave de las órdenes de la Corte Constitucional…”.

Al respecto debo decir con toda contundencia que la cifra en mención no deja de ser parte de la campaña de desinformación permanente del gremio ACEMI, que desorienta a la opinión y hace incurrir en imprecisiones a los medios de comunicación.

Invito a sus periodistas a nuestra institución para que conozcan con detalle las cifras sobre el estado de los pagos de UPC y presupuestos máximos, que nada tienen que ver con la cifra mencionada.

Félix León Martínez Martín. Director General de la ADRES

Del gobierno del cambio al gobierno de Benedetti

Resulta increíble que, en el gobierno que encarnaba los anhelos de cambio, dirigido por un presidente que, en el pasado como senador, denunció la corrupción y el paramilitarismo, se haya literalmente ungido a Armando Benedetti, un politiquero corrupto que ha sido desde uribista acérrimo hasta conveniente izquierdista, pasando por Cambio Radical, como su representante y ministro del Interior. Paradójicamente, Benedetti, pese a la resistencia, está saliendo fortalecido, producto de un apoyo casi cínico del presidente, quien lo comparó con el casi mítico Jaime Bateman. Petro no ha dado razones para un nombramiento que podría estar desgastándolo enormemente.

La pregunta es: ¿qué busca Benedetti? ¿Salir fortalecido para una eventual candidatura presidencial a punta de repartos burocráticos y mermelada? ¿Reforzar un gobierno agonizante para luego explotarlo a su favor? No hay duda de que aquí hay un perdedor, y es el mismo Gustavo Petro, quien podría estar dándole la mejilla a un Judas como Benedetti, que, sin duda, se aprovechará de la situación.

Petro está en una línea muy delgada entre la primera línea y la corrupción, y este nombramiento lo debilitará aún más.

Rodolfo Vanegas

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