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¿Qué está haciendo la prensa con el caso de Johnny Depp vs. Amber Heard?
Durante las últimas ocho semanas el caso Heard vs. Depp capturó la atención de miles de personas. El actor de Piratas del Caribe demandó a su expareja, quien afirmó ante The Washington Post que él la había abusado física, psicológica y sexualmente —aunque el texto no mencionó a Depp directamente—. A lo largo del juicio, la evidencia y los testimonios probaron que la expareja tenía conflictos y problemas con drogas. Y, principalmente, que Amber mintió sobre el abuso. La defensa de la actriz consistió en afirmar que todos los testigos estaban cometiendo perjurio para proteger a Johnny, mientras que los audios contradecían esta versión.
Varios medios de comunicación, tanto en Estados Unidos como en otras partes del mundo, durante y después del juicio, como es el caso de El Espectador, promovieron la falsa idea de que el resultado de este caso afecta a todas las mujeres víctimas de abuso. No. Que la prensa repita que Amber no era la víctima perfecta y por eso perdió es falso y además conduce a perpetuar la violencia en los casos de otras personas. Es peligroso creer o afirmar que una mujer representa a todas las mujeres. La preocupación por las víctimas es válida. Sin embargo, este caso no sienta precedentes legales y es fundamental aclarar que no debe afectar la decisión de ninguna persona para buscar ayuda y terminar una relación abusiva.
Aunque en la mayoría de los casos de violencia doméstica las mujeres suelen ser víctimas y no agresoras, este no era uno de ellos. Declarar a un hombre “agresor” solamente porque es hombre es injusto. Las personas tienen derecho a que se presuma que son inocentes y a la legítima defensa. No es extraño que el jurado encontrara que las afirmaciones de Amber Heard fueran difamatorias y se refirieran a Depp porque la organización con la cual escribió su editorial (la ACLU) y ella misma declararon que eran sobre Depp. Tampoco es extraño que el jurado encontrara que las afirmaciones eran falsas, dadas todas las inconsistencias de la defensa de Heard. Y mucho menos que hubieran perjudicado la carrera del actor, quien, pocos días después del texto de su exesposa, perdió su papel en la película de Disney.
La libertad de expresión no protege el discurso injurioso. Protege la opinión; no la mentira. Amber perdió porque inventó, adornó y exageró su testimonio: las pruebas no concordaban con su narración y presentó fotos editadas para exagerar el color o la misma fotografía para dos fechas diferentes.
La conclusión no es —y nunca debe ser— que la sociedad no va a creerles a las víctimas de violencia o abuso. Nadie tiene que ser la víctima perfecta o tener pruebas para que se le tome en serio. Este es un caso de una mujer que mintió, al parecer, para ganar publicidad. Si usted es víctima de violencia sexual o doméstica, busque ayuda, cuente su historia y diga la verdad. La verdad es, y debe ser, suficiente. La línea gratuita 155 ofrece orientación a mujeres víctimas de violencia y está disponible las 24 horas para todo el territorio colombiano.
Any Carolina Cuervo R.
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