La causa de la muerte digna
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En la Fundación Pro Derecho a Morir Dignamente -DMD, que cumple 46 años de trabajo ininterrumpido a favor de la causa de la muerte digna, nos alegra saber que hay voces y letras sosegadas como las de su editorial del pasado lunes [”Eutanasia: el Congreso le falla a la dignidad”]. Este proyecto de ley estatutaria, en particular, ha llegado muy lejos si se lo compara con los anteriores y, como casi siempre, es una pena que por falta de quórum al momento de votarlo la conversación se haya suspendido una vez más. No nos extraña que la oposición al proyecto esté basada en creencias, no en argumentos, ni tampoco somos ingenuas en relación con otros lobbies intervinientes: es la historia de marras cuando de derechos y libertades individuales se trata. Son ríos revueltos y por eso la contundencia de su editorial nos conmueve y reconforta mucho.
Nuestra tarea consiste en ofrecer información para la toma de decisiones sobre los derechos que tenemos al final de la vida. Se requiere aplomo para ese momento, para leer el contexto y para exigir la garantía de derechos cuando se necesita el alivio de la muerte (que es diametralmente distinto de querer morirse, como suelen creer las personas opositoras desinformadas). Por nuestra parte, el camino sigue con la jurisprudencia a favor, identificando las barreras de acceso al sistema y acompañando la firma de documentos de voluntad anticipada que custodiamos. Todo lo que se requiera (apoyo médico, legal, emocional y espiritual) y todo cuanto sea posible para que la dignidad nos rodee de la cuna a la tumba.
Lina Paola Lara Negrette. Directora, Fundación Pro Derecho a Morir Dignamente.
De crucigramas, pistas y Uribe
Me permito manifestarles mi desagrado con el periódico cada vez que el día domingo me pongo en la tarea de llenar el crucigrama, de por sí muy entretenido y creativo. Lo que realmente es chocante, y de manera recurrente en varias de las entradas del crucigrama, es que se refiere con calificativos poco elegantes y con calificativos que todavía están en estudio en un juzgado donde no se ha proferido sentencia alguna en referencia al Dr. Álvaro Uribe Vélez. Repetidamente y en varias ocasiones, todos los domingos, sugiere términos paramilitares, autodefensas y falsos positivos sin haber comprobación alguna.
Considero que un crucigrama no debe ser utilizado para denigrar de las personas y menos hacerse eco de todo el adoctrinamiento injusto que la extrema izquierda simpatizante con la guerrilla ha realizado en todos estos años.
Carlos Arturo Isaza V. MD.
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