Diatribas fuera de lugar
Ayer se escucharon diatribas emanadas de la voz del presidente de los colombianos dirigidas al mandatario caleño, en el evento quizás menos indicado “porque la ropa sucia se lava en casa”.
Está bien ser la voz de la protesta, está bien emitir cuestionamientos. Lo que mejoraría dichas voces reivindicatorias sería que se hiciesen al mejor estilo de un Martin Luther King o un Nelson Mandela, incluso con el tono pausado, mesurado, respetuoso que invita al acuerdo, a la reflexión el cual le conocemos a José Mujica. Pero no, el tono al que nos referimos está cargado de odio y resentimiento. Y así no es. Porque en lugar de sumar, resta.
César Franco
La ineficacia de la Línea Púrpura
Soy trabajadora social y, aunque ya no trabajo formalmente en una institución porque estoy pensionada, tengo colegas que aún están activas en instituciones. A nivel personal, apoyo a mujeres en situaciones de violencia intrafamiliar y, junto con mis colegas, podemos dar cuenta de la abrumadora ineficiencia de la llamada Línea Púrpura, supuestamente creada para atender casos de urgencia. Una puede pasar horas y días intentando comunicarse, sin que ni siquiera contesten (pueden corroborarlo ustedes mismos). Si se acude personalmente, también pueden constatarlo: la burocracia hace que el proceso sea aún más doloroso y agobiante.
Las hojas de ruta son casi perfectas en papel, pero ¿qué se puede decir de su ejecución real? Esta puede ser una de las razones por las que muchas mujeres que han denunciado su caso terminan finalmente asesinadas.
No se habla mucho de esto en los medios: de los procesos ineficientes de una burocracia que parece infiltrada en un tema tan delicado como la vida de niñas y mujeres de nuestra sociedad. Una sociedad llena de leyes, pero también de politiqueros ambiciosos de poder y prestigio, de funcionarios y funcionarias atrapados en una gran insensibilidad frente al dolor que viven miles de familias, víctimas de la violencia y el abuso de todo tipo… casi como si estuvieran normalizando esta tragedia.
Nohora Uribe
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